Un delincuente mantuvo tomado desde las 12.15 hasta las 17 una sucursal del Banco Nación, en la localidad bonaerense de Pilar, con más de 30 personas, entre clientes y empleados, como rehenes. Luego de liberaciones escalonadas, negociaciones con el grupo de elite Halcón de la Policía bonaerense y una conversación definitoria con su mujer y su hija, el asaltante Josué Rodriguez Coronel, de 20 años, se entregó a las autoridades sin condicionamientos.
El "Chilenito" o "Cheto", según lo conoce la Policía, estaba prófugo de la Justicia por robos a mano armada cometidos en esa localidad del norte del Gran Buenos Aires y en los últimos meses. Según trascendió, ninguno de los rehenes sufrió agresiones durante el largo cautiverio.
Los voceros policiales indicaron que al menos cuatro delincuentes armados entraron a robar al banco al mediodía. Cuando se disponían a escapar, los asaltantes fueron interceptados por una patrulla policial y se produjo un intenso tiroteo en la puerta de la entidad . Tres delincuentes escaparon y uno reingresó al banco y se atrincheró tomando a más de cuarenta rehenes. Uno de los ladrones que escapó ya fue identificado por la Policía bonaerense.
Al inicio de la toma, el asaltante aseguraba a los gritos tener "una bomba" que iba a activar si la Policía que rodeaba la zona no accedía a su pedido de un auto para escapar o la presencia de un juez ante una eventual entrega. Sobre las 14.15, el negociador se encontró con este delincuente y a cambio de la liberación solicitó bebidas y comida, lo que auguraba una larga tratativa.
Dos personas que estaban como rehenes en el banco aseguraron telefónicamente a la prensa que el asaltante estaba "tranquilo" y los "trataba bien", prueba de lo cual liberó a mujeres embarazadas, un custodio policial y gente mayor que estaba en el banco al momento de iniciarse la toma de rehenes. Con el correr de las horas, fue dejando en libertad a más de veinte personas.
El jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, arribó desde La Plata a los alrededores de la sucursal en Rivadavia 403, donde permanecieron apostados los efectivos del Grupo Halcón. Al entregarse el delincuente con evidencias de un gran desgaste mental y físico, Paggi adelantó que en los próximos días trascenderán todos los detalles de la toma.