No es la primera vez. Tampoco será la última. Un ex gendarme, que estaba preso en el Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz, se las ingenió para escapar y recuperar su libertad.
La increíble fuga fue protagonizada por Leandro Szynwelski (30), un ex cabo primero de Gendarmería Nacional que está acusado por el homicidio de un suboficial de la Policía Federal, ocurrido hace cinco meses en el barrio porteño de Villa Crespo.
Fuentes penitenciarias consultadas por PERFIL dijeron que Szynwelski escapó el jueves pasado a las 19. Según los voceros, el ex gendarme salió por el sector de educación y llegó hasta uno de los alambrados perimetrales, donde fue sorprendido por un guardia cuando estaba realizando un boquete.
Las mismas fuentes indicaron que hubo un forcejeo y que el penitenciario disparó contra el detenido cuando éste salió corriendo. Szynwelski entendió que si continuaba su huida podría terminar herido o muerto.
Los voceros confiaron que simuló estar muerto. De esa manera, consiguió reducir al guardia que le había tirado. Lo desarmó y escapó a campo abierto hasta que los penitenciarios le perdieron el rastro.
“Mata policía”. El evadido tenía problemas de convivencia en el penal de Marcos Paz. Estaba acusado del crimen de un miembro de una fuerza de seguridad y apuñaló a un interno que lo increpó y le dijo “mata policía”.
El ex gendarme, que es oriundo de Oberá, en la provincia de Misiones, prestaba servicio en el destacamento de Zárate-Campana, hasta el 17 de mayo pasado, cuando fue detenido por su presunta vinculación con el homicidio del agente Héctor Domínguez Fernández.
La víctima realizaba tareas adicionales en una zona de restaurantes de Villa Crespo y habría sorprendido al acusado en medio de un raid delictivo.
Szynwelski lo habría ejecutado de un disparo y rematado cuando estaba indefenso en el piso. Los investigadores siguieron la pista del auto en el que escapó el supuesto agresor, y así consiguieron dar con él.
Según la causa, en su poder secuestraron una pistola Glock 9 milímetros con la que habían asesinado a Domínguez. Además, los empleados de la estación de servicio en la que abandonó el coche lo reconocieron en rueda de presos.
En el marco de la misma causa, los detectives secuestraron otro de los autos utilizado en el raid. Apareció a unas diez cuadras de la casa del ex gendarme, en el partido bonaerense de Hurlingham. Los estudios comparativos de ADN indicaron que las manchas de sangre encontradas en el interior del coche eran de Szynwelski
