Víctor Lázaro Sotacuro, su pareja, Mónica Mujica, y su sobrina, Florencia Ibáñez, tres de los 11 detenidos por el triple crimen de Florencio Varela, ampliaron su declaración indagatoria y rechazaron tener conocimiento acerca del plan para asesinar a Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez. Además, pidieron que se investigue a la esposa de uno de los prófugos que tiene la causa y buscaron desmentir el testimonio de Celeste González Guerrero, que también está bajo arresto y pidió convertirse en "arrepentida".
El hombre que fue capturado en la ciudad boliviana de Villazón y su sobrina declararon como procesados, luego de que el juez de Garantías de La Matanza, Fernando Pinos Guevara, aceptara el pedido de prisión preventiva que hizo el fiscal de la UFI de Homicidios, Adrián Arribas. Además de ellos, seguirán presos Celeste y su pareja, Miguel Ángel Villanueva Silva; Ariel Giménez; Maximiliano Parra; Iara Ibarra y Matías Ozorio. El supuesto traficante Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", continúa detenido en Perú.
Mujica, por su parte, fue detenida días atrás cuando el funcionario judicial había hecho la solicitud de los procesamientos, por lo que la Justicia tiene alrededor de un mes para definir su situación. En ese momento también cayó Joseph Freyser Cubas Zavaleta, conocido como "Señor J", que ya estaba bajo arresto en el marco de otra causa por narcotráfico y fue señalado como uno de los presuntos líderes de la organización.
Las indagatorias se llevaron a cabo en la Fiscalía de San Justo, en medio de un fuerte operativo de seguridad. El rol de Sotacuro -que se presenta como remisero- en el triple crimen cambió luego la declaración de Guerrero, quien alquilaba la vivienda de Villa Vatteone donde torturaron y asesinaron a las tres jóvenes. Según su comparecencia, lo ubicó junto a "Pequeño J" y a otro hombre cerca de la camioneta en el que trasladaron a las chicas y lo mencionó como parte de la agrupación.
En ese contexto, Sotacuro aseguró que él no es el jefe de una banda criminal y afirmó que Ydone Castillo, amante de su sobrina, “lo usó” porque su familia “es gente humilde y trabajadora”. También pidió que se investigue a su esposa, Erika Condori, que habló como testigo en el caso, y la acusó de tener información sobre la organización y de querer obligarlo a transportar estupefacientes.

"Erika sabe todo, que por eso declaró de esa forma, pero invirtió los roles (...) ¿Por qué está tan empeñada en defenderlo a él y enterrarme a mi? Están los dos metidos en la misma movida de la droga”, sostuvo el imputado. También recordó que Castillo estuvo preso y una vez Condori quiso hacer que lleve una carga de cocaína. "Me paso a buscar y me dijo que ahí había 300 kilos; me sorprendí. Yo me negué y después ella volvió a invertir roles y dijo que yo le había robado mercadería", añadió.
Por otro lado, manifestó que la mujer "durante el año viaja a cada rato a Perú", algo que consideró que debe ser investigado. También precisó que Érika “trabajaba en la Clínica Valuar Salud”, donde llevaba a una kinesióloga y un paciente, al tiempo que refirió que la institución “le abonaba con cheques" que le cobraba un amigo de nombre "Kevin".

El acusado también sumó que a mediados de marzo pasado dejó de trabajar en blanco para la clínica: "No renové el contrato porque se me rompió un auto viejito Renault 19". Por último, afirmó que "no tiene nada que perder" y pidió un careo con todos los detenidos para demostrar que no está involucrado con la banda narco ni el triple femicidio.
Las declaraciones de Ibáñez y Mujica
La esposa del presunto chofer se negó a responder preguntas en la Fiscalía pero entregó un escrito. En el documento fue en sintonía con los dichos de Sotacuro e indicó que Erika Condori "invirtió los roles" porque Castillo sería parte de la organización: "Lo que ella describe que hacía Víctor es lo que hacía Alex, por eso sabia bien todo”, precisó.
"El celular de Víctor fue formateado por orden de Alex, porque él se lo vendió un mes antes del hecho, si tendríamos algo que esconder hubiera borrado mis cosas en mis redes sociales y en la de Víctor”, comentó Mujica acerca de las versiones que dicen que envió a eliminar información del dispositivo. Sobre los asesinatos de las jóvenes, manifestó que "se enteró por televisión" y no estaba al tanto de lo ocurrido.
En otro tramo de su testimonio, buscó despejar sospechas sobre su participación y la de su familia: “Suelo hacer conjeturas rápidas”, dijo al justificar algunas inconsistencias con respecto a los mensajes que le envió su marido sobre el viaje que le habría pedido realizar “El Loco” David Gustavo Morales Huamani, otro de los prófugos. Sobre este sospechoso, lo acusó de "haberlos amenazado", por lo que mintieron "para resguardar a la familia" y Sotacuro escapó a Bolivia.

Florencia Ibáñez tampoco respondió preguntas y en su descargo desmintió a Celeste, que pidió pasar a la figura de "arrepentida" -la cual no se encuentra en el Código Penal para este tipo de delitos- cuando la Justicia Federal esté a cargo de la causa. “Nunca en mi vida la había visto ni escuchado de Celeste. La primera vez que la vi fue por foto y personalmente, el día que declare que ella se estaba dando la cabeza contra la pared gritándole cosas a Miguel, que era un traidor y puteadas”.
La joven fue captada por las cámaras de seguridad a bordo de un auto Volkswagen Fox junto a su tío y Alex detrás de la camioneta que trasladó a Lara, Morena y Brenda desde La Matanza hasta la casa de Florencio Varela. Una hipótesis dice que habrían actuado como "apoyo" de ese vehículo, pero la detenida insistió en que "jamás estuvo involucrada" ni en la venta de drogas ni en los femicidios.
Triple crimen: preventivas para ocho detenidos
Miguel Ángel Villanueva Silva (25 años), Iara Daniela Ibarra (19), Maximiliano Andrés Parra (18), Celeste Magalí González Guerrero (28), Milagros Florencia Ibáñez (20), Matías Agustín Ozorio (28), Ariel Giménez (29) y Víctor Sotacuro (41) recibieron prisión preventiva por los asesinatos de las tres chicas, según confirmó el juez Pinos Guevara.
Todos los hombres quedaron procesados como coautores de “privación ilegal de la libertad activa agravada por la pluralidad de intervinientes y por ser una de las víctimas menor de edad en concurso real con homicidio agravado por ser premeditado de dos o más personas, por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por violencia de un hombre hacia una mujer, y críminis causa”.
Por su parte, las tres mujeres (González Guerrero, Ibarra y Núñez) fueron imputadas por los mismos delitos pero sin el agravante de violencia de género. Todavía resta definir las situaciones de Mujica y del "Señor J", que estaba alojado en una dependencia de la Policía Federal en la Ciudad de Buenos Aires, próximo a ser extraditado en el marco de otra causa. Sin embargo, tras ser relacionado a la causa, ese traslado quedó en pausa.
FP/ff