La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo anoche en Tucumán a un hombre de 34 años acusado por el homicidio de Paulina Lebbos, ocurrido en 2006.
El sospechoso fue interrogado durante cuatro horas por el fiscal de Instrucción Diego López Avila. El funcionario judicial decretó el secreto de sumario y la incomunicación del detenido.
El hombre quedó detenido en la alcaidía de la guardia policial de los tribunales de la capital tucumana. La custodia quedó a cargo de la PSA a pedido del fiscal, quien reclamó que no sea trasladado a ninguna comisaría, lo cual fue aceptado por el juez de Instrucción Juan Francisco Pisa.
"Tenemos una gran expectativa, sobre todo por la toma de nuevas medidas, ya que podría haber más detenciones", declaró Alberto Lebbos, padre de la víctima, al salir de Tribunales, según el diario tucumano La Gaceta.
El exfuncionario del gobierno José Alperovich adelantó que "se están produciendo novedades importantes en cuanto al cruce de llamados telefónicos y también en lo que respecta al encubrimiento", sin dar más detalles del tema.
"Estamos muy ansiosos en mi familia porque está empezando a dar sus frutos esta lucha, a pesar de que han pasado casi ocho años", destacó Lebbos, quien reconoció "el trabajo que vienen realizando el fiscal López Ávila y su grupo de investigadores, además del aporte que está haciendo la Policía Aeroportuaria, la Policía Federal, el Ministerio de Seguridad de la Nación y Gendarmería".
El padre de Paulina apuntó contra su ex jefe político, al decir que "nadie se hace cargo en este gobierno de lo que está pasando en Tucumán, donde el pueblo está poniendo los muertos". "El gobernador (José Alperovich) vive cansado, se va de viaje con el ministro de Seguridad (Jorge Gassenbauer) porque ellos viven estresados, pero resulta que a los muertos los sigue poniendo el pueblo", remató.
El crimen. Paulina Lebbos desapareció el 26 de febrero de 2006. Salió de bailar de un boliche y tomó un remis con su amiga Virginia Mercado, que se bajó antes, y siguió camino hacia la casa de su novio, César Soto. Su cuerpo apareció el 11 de marzo a la vera de la ruta 341, en la localidad de Tapia. Su padre renunció a su cargo para denunciar el caso, y llegó a vincular al hijo del gobernador con el crimen. La causa no tuvo hipótesis firme durante siete años. En 2013, tras un informe del Programa Nacional de Lucha contra la Impunidad, el fiscal Carlos Albaca se apartó de la causa, que quedó a cargo de López Ávila.