El abogado de un grupo de detenidos alojados en una comisaría de San Martín denunció que sus defendidos fueron salvajemente golpeados por los policías y, a raíz de ello, un juez de garantías ordenó que se investigue la posible comisión de un delito de acción pública.
La presentación fue realizada por Juan Manuel Casolati, defensor de Christian D., Aníbal F. y Nicolas F., tres de los presos que sufrieron heridas de distinta gravedad en la seccional 5ta de Billinghurst.
Con las fotografías de las lesiones que presentaban como principal prueba, el juez de garantías de San Martín, Mariano Grammatico Mazzari, le pidió al fiscal penal en turno, Favio Cardigonde, que investigue la posible comisión de un delito por parte de los efectivos que estaban de turno en la comisaría ubicada en la calle Moreno 4148.
El magistrado instó a que el titular de la seccional "realice un amplio y detallado reconocimiento médico del imputado Christian D., debiendo informar el diagnóstico y dar estricto cumplimiento al tratamiento indicado y administrar la medicación correspondiente". Además, le pidió que arbitre las medidas pertinentes para "resguardar la integridad física del interno en su lugar de alojamiento hasta que se efectivice el traslado a una unidad del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)".
"La garantía de impunidad terminan siendo los fiscales, en este caso de San Martín, que no investigan absolutamente. Garantizan la impunidad absoluta de los hechos, los golpes y los maltratos", dice a PERFIL el abogado Juan Manuel Casolati.
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Según el defensor, hasta el momento "no se realizaron los informes médicos ni se avanzó en la investigación contra los policías efectivos que golpearon a los detenidos".
De acuerdo a las fuentes, Cristian D. está detenido acusado por el delito de "robo en poblado y en banda", en calidad de instigador. Fue el que sufrió las heridas más graves: tiene una fractura en el brazo y todavía intervenido quirúrgicamente.
Los otros internos terminaron con distintas heridas, aunque ninguna de gravedad como para requerir su traslado. No obstante, las fuentes indicaron que Nicolás F. fue enviado a otra comisaría, donde presuntamente recibió una nueva paliza.
Según los voceros, la situación de alojamiento en la seccional de Billinghurst, como otras tantas del conurbano bonaerense, es compleja porque los calabozos están superpoblados: hay más del doble de presos que lo permitido.
LN