Un policía bonaerense de 41 años fue asesinado hoy a balazos y otro resultó herido en un intento de asalto ocurrido en la localidad de Glew, partido de Almirante Brown, al sur del conurbano, donde también murió un supuesto delincuente. Fuentes policiales informaron a DyN que el hecho ocurrió en horas de la madrugada en las calles Scalabrini Ortiz y Garibaldi, donde un hombre y dos agentes se retiraban de una casa tras participar de una reunión de amigos.
Los efectivos estaban vestidos de civil porque era su día de descanso. Cuando el grupo de amigos salió a la calle para ascender a sus vehículos, dos hombres armados intentaron robarle y se originó un tiroteo. El enfrentamiento causó el fallecimiento de un delincuente y heridas graves a los dos efectivos. Uno de los policías murió minutos después en el Hospital de Guernica, tras ser intervenido quirúrgicamente.
La víctima mortal, que fue identificada como Marcelo Montenegro, trabajaba en una dependencia policial de Florencio Varela y era padre de tres hijos de 23, 20 y de una joven que estaba por cumplir 15 años. Se trata del décimo efectivo de la fuerza que muere este año por hechos de inseguridad. El otro policía, de 26 años, permanecía internado fuera de peligro, añadieron los voceros.
Según indicaron a esta agencia, uno de los delincuentes falleció durante el intento de robo y el otro hombre logró escapar.
Tras el tiroteo, se inició un operativo en la zona y alrededores de la localidad de Glew. En declaraciones al canal de noticias Crónica TV, la mujer del policía asesinado comentó que su marido y el grupo de hombres que intentó robarle el auto, "se conocían".
"Los familiares de los delincuentes viven a siete cuadras de nuestra casa", ubicado en la calle Juan de Garay al 200 en esa localidad bonaerense.
La viuda del policía asesinado dijo además que "nunca llegó la ambulancia y a Marcelo lo tuvo que llevar un amigo", lamentó, y pidió "justicia" para que "no sea uno más".
Fuente: DYN
