POLICIA
CASO ORMEO

Un thriller policial con el estilo del realismo mágico latinoamericano

Préstamos sin pagar, negocios inconfesables, agentes encubiertos, ritos satánicos y una sensación de que nada es lo que parece.

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El caso Ormeño conmociona a la provincia de La Rioja. Se trata de una historia que tiene todos los ingredientes de un thriller policial mezclado con el más puro realismo mágico latinoamericano.

Es tal el cimbronazo que generó el asesinato del empresario Jorge Ormeño que hasta se habló de hacer renunciar a todos los jueces de la provincia. Es que el primer juez que tomó el caso, Walter Sinesio Moreno resultó ser nada más y nada menos que el principal sospechoso de liderar una banda formada por policías que liquidó a la víctima.

Ormeño, dueño de la concesionaria más importante de Villa Unión –departamento de Coronel Florencio Varela, en el oeste riojano- era además propietario de dos estaciones de servicio y prestamista. Su cadáver fue encontrado en la madrugada del 9 de abril último. Estaba en su camioneta Ford Ranger, maniatado y rociado con combustible, con golpes en todo su cuerpo.

Esa mañana, el juez Moreno tomó el caso. Este magistrado fue quien intervino en el complejo caso de la turista suiza desaparecida, Annagreht Würgler, condenando al comerciante Alcides Cuevas por el asesinato de la muchacha, cuyo cuerpo nunca apareció.

Perejiles. Moreno, a cargo de la investigación, detuvo a dos vendedores ambulantes y a la amante de Ormeño. Con el correr de los días, se demostró que el magistrado estaba plantando pruebas. Junto a él, cayeron dos policías, un ex gendarme y un turbio comerciante de la zona.

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Un agente encubiero fue una de las claves para que el crimen se comience a esclarecer. Las marchas realizadas por los familiares de la víctima y de los "perejiles" detenidos, también cumplieron su importante rol en la búsqueda de la verdad.

Un detalle macabro es que en uno de los allanamientos se descubrió un rito satánico con fotografías de la suiza y velas rojas.

Además, se supo por boca de la misma viuda de Ormeño, que la víctima, la noche antes del crimen, salió a hacer "negocios" con Moreno, quien le debía mucho dinero.

A raíz de toda esta situación, son muchos los que plantean abrir el juicio por el caso de la turista suiza.