Luego de declarar ante la fiscal Andrea Rossi, Julieta Silva, imputada por el homicidio de Genaro Fortunato, a quien atropelló en circunstancias que la justicia debe aclarar, fue trasladada a la sede de Investigaciones.
Julieta, de 29 años, salió de la sede judicial con el rostro tapado por una campera, llorando en forma desconsolada. Es que fue imputada por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía" y podría enfrentar una condena a cadena perpetua.
Julieta Silva es dueña de un negocio de venta de indumentaria deportiva ubicado en avenida Quiroga y Balloffet en San Rafael. También es propietaria de un Fiat Idea color gris, con el que el sábado atropelló y mató al joven, presuntamente por celos.
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Los hijos de Silva tienen 5 y 10 años. El padre de los niños es un conocido empresario de San Rafael, dueño de una tradicional cadena de librerías en el principal departamento del sur mendocino. Estaban separados desde hace poco más de un año.
