Hace cinco días que Leonela Ayala abandonó su celda en la alcaidía Departamental de La Plata, en donde estaba detenida, acusada de participar en el crimen de su sobrina Sheila (10) junto a su esposo, Fabián González, que sigue preso. No pudo volver a su casa y está al resguardo en un domicilio porque recibió intimidaciones de parte de la familia de su marido. Dice que tiene miedo y ahora lo único que quiere es recuperar a sus hijos.
Leonela quedó en libertad el lunes pasado de madrugada. Salió angustiada y con temor acompañada de su abogada luego de que se le dictara la falta de mérito, aunque sigue investigada en la causa. “‘Lo que más quiero es recuperar a mis hijos’, fue lo que me dijo y creo que cuando lo logre se va a empezar a reponer”, contó a PERFIL la letrada Mónica Chirivin.
Se espera que, en principio, recupere el vínculo con el bebé que nació el día de su detención y al que no pudo tener entre sus brazos. “Está muy angustiada, en pleno puerperio, con medicación que la tiene atontada y quiere ver a su bebé que casi no lo vio, no le pudo dar ni un beso. Cuando nació estaba amarillito, se lo llevaron rápido y lo vio un poco en la incubadora”, cuenta Chirivin.
“Se está trabajando para que a la brevedad pueda reencontrarse con el bebé. El reencuentro con sus otros tres hijos llevará un poco más de tiempo porque tienen que hacerse pericias ambientales, psicológicas, establecer un domicilio definitivo y un seguimiento del caso. Es importante que se tomen todos los recaudos para que los chicos estén bien alimentados y atendidos”, destaca la letrada.
Los hijos de un año y medio, 7 y 8 años están en un hogar de menores en el interior de la provincia de Buenos Aires. Mientras que el bebé permanece bajo el cuidado de una familia solidaria.
