Karina Núñez, hasta esta semana mano derecha del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, podría no ser la única despedida por el festejo de fin de año en la ESMA. El funcionario abrió un sumario interno para investigar a todos los que aparecen en el video que se filtró a través de las redes sociales. “Había algunos que tenían una actitud más pasiva, y otros participaban activamente. Se va a revisar y se tomarán medidas. Quizás no tan drásticas, o sí, pero se va a evaluar”, se le escuchó decir a un colaborador de Avruj en los últimos días.
En los días posteriores a que se le pidiera la renuncia a Núñez, Avruj citó a toda el área administrativa y les pidió que reflexionaran sobre lo sucedido.
Para el secretario, a Núñez y a los que participaron activamente, se les fue la mano. Pero a Avruj le dolió tener que desprenderse de Núñez, porque confiaba en ella.
En la Secretaría piensan que si bien hubo una “mano negra” detrás de la difusión del video en el que se ve a Núñez bailando en las instalaciones del ex centro clandestino de detención, el hecho es “repudiable”.
Sin embargo, hubo organismos de derechos humanos, que participan del espacio de la memoria en la ESMA, que optaron por el silencio, y otros que defendieron a Núñez. Es que existe una histórica interna entre ellos: algunos creen que en la ESMA debe guardarse respeto y otros que tiene que usarse como un espacio para la celebración.
Un problema similar se había suscitado hace tres años cuando, para fin de año, un organismo de derechos humanos denunció que la secretaría de Derechos Humanos del gobierno anterior organizó un asado en el predio de la ESMA.
Defensa. Estela Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, consideró que “hay algo extraño” detrás de la filtración del video. Opinó que no se trató de ningún escándalo y agregó que la funcionaria despedida “hacía un trabajo con mucho compromiso”. En declaraciones a PERFIL, precisó que se trató de un festejo “totalmente normal, con sus compañeras de trabajo. Algo pasó para que eso se difundiera y dejara a una mujer totalmente desprestigiada”.
Núñez coordinaba el área técnica administrativa de la secretaría de Derechos Humanos, que usa las instalaciones de la ESMA. Un día antes de terminar el año convocó a sus empleados en una oficina de la planta baja para despedir 2016. Hubo música, alcohol y baile. Alguien lo filmó y todo terminó en escándalo.
Quienes la conocieron dijeron a PERFIL que Núñez tenía un carácter duro y que también estaba encargada de despedir y contratar personal.
Venía de trabajar con Avruj en el gobierno porteño, cuando el funcionario ocupaba la subsecretaría de Derechos Humanos mientras Mauricio Macri era jefe de Gobierno.
Pero Carlotto defendió su accionar. “Era una funcionaria con mucha capacidad de trabajo, con mucho compromiso”, explicó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo. Esta semana, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos condenó el baile en la ESMA, y lo asoció a la celebración que hacían los militares frente a los desaparecidos antes de arrojarlos al mar.En la Secretaría todavía no reemplazaron a Núñez.
