Uno de los factores que más ayudó el año pasado a desencadenar el malhumor social que terminó en los intentos de saqueos fueron los cortes masivos de luz.Por eso el Gobierno nacional está realizando, desde hace un mes y medio, un recambio en los tendidos eléctricos, de los transformadores y de las subestaciones para evitar que cuando llegue el calor haya cortes en el suministro.
Según confirmaron fuentes del sector eléctrico, las obras empezaron hace apenas algunas semanas y son fondos que salen directo desde el ministro de Planificación, que conduce Julio De Vido, a algunos intendentes del oeste y del sur del conurbano.
“La idea es que las obras, que muchas veces son menores, terminen antes de diciembre”, explican en una de las empresas que provee suministro eléctrico y aclaran: “muchas son cerca de las villas y tienen que ver con el cambio de cables o postes viejos para mejorar la distribución”.
Basta con recordar los cortes del verano pasado, que desataron la molestia de los consumidores ante semanas de interrupción del servicio. Hacia fines de diciembre del año pasado, sólo en la Ciudad, se llegaron a dar decenas de cortes de calles simultáneos de vecinos que iban a pasar la Nochebuena a oscuras.
La falta de luz, demás, había provocado falencias en el suministro de agua en decenas de miles de edificios porteños. En ese caso, la bronca termina en un destinatario: el Gobierno nacional.
Por eso, entre las empresas y los intendentes, lanzaron una plan express para empezar a renovar parte del tendido del sistema energético, incluso para cambiar algunos transformadores de media tensión, con el objetivo de no encontrarse con el mismo escenario que el año pasado.
Una de las compañías que distribuye el suministro confirmó que tuvo contactos con intendentes de zonas como Quilmes, Moreno o Merlo, que ya comenzaron con obras menores sobre todo en zonas carenciadas y cercanas a villas o asentamientos.
Los fondos fueron asignados a último momento como un anticipo del Ejecutivo para contener posibles desbordes sociales.