Después de la derrota de Cristina Kirchner en las elecciones legislativas de 2017 en la provincia de Buenos Aires, los gobernadores de la oposición se envalentonaron y comenzaron a darle forma a un nuevo espacio con el que pretendían competir en estas elecciones presidenciales. Con la seguridad de que la ex presidenta ya no estaría en carrera, el espacio de Alternativa Federal creció hasta hace unos meses. Sin embargo, las encuestas que pusieron nuevamente en escena a la senadora de Unidad Ciudadana y la candidatura de Alberto Fernández están desarticulando el bloque de jefes provinciales. A veinte días del cierre de listas, los mandatarios provinciales comienzan a desistir de la posibilidad de tener un candidato propio y se inclinan entre jugar “a dos puntas” y un fuerte apoyo al postulante kirchnerista.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y su sucesora, Arabela Carreras, habían decidido mantenerse alejados de la pelea presidencial. El actual mandatario se había fotografiado con Roberto Lavagna y Miguel Pichetto pero insistía en que su partido, Juntos Somos Río Negro, no apoyaría a ningún candidato. Sin embargo, esta semana Alberto Fernández se reunió con el jefe provincial, y la posibilidad de tener representantes en el Congreso lo entusiasmó. Río Negro elige tres diputados y tres senadores. La discusión quedó abierta.
Pero del otro lado, Juan Schiaretti también promete y, en este caso, la oferta tiene que ver con darles a los gobernadores el control de las listas completas. En el encuentro que tuvieron en Córdoba Schiaretti junto a Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto, el gobernador anfitrión se comprometió a ser el nexo con sus pares para lograr el acompañamiento una vez que diriman las elecciones provinciales.
Para conseguirlo, los dirigentes de Alternativa Federal ofrecen a los mandatarios algo que el kirchnerismo no suele dar: la lapicera. Schiaretti ya les adelantó por teléfono este ofrecimiento a distintos mandatarios, con el cual insistirá al regreso de su viaje. La tarea no es sencilla, los gobernadores saben mejor que nadie que el tercer lugar los deja sin posibilidad de obtener ninguna banca. “Aunque sea con el kirchnerismo, nos aseguramos uno de dos”, admite un jefe provincial que se fotografió con los fundadores de Alternativa Federal.
Por qué Alternativa Federal camina por la cornisa
Adhesiones. El apoyo público de Sergio Uñac a Cristina Kirchner fue uno de los que más alentó a Alberto. El mandatario de San Juan se autoproclamaba semanas atrás como candidato a vicepresidente de Lavagna. Ahora dialoga a diario con el candidato presidencial de Cristina y hasta negocian que el ex jefe de Gabinete forme parte de los festejos de la elección del domingo en la que se espera un amplio triunfo de Uñac por la reelección.
De los diez gobernadores que supo sumar Alternativa Federal, solo dos no hablan con Fernández. Son el jefe provincial de Misiones, Hugo Passalacqua (y quien pelea este domingo la elección para sucederlo, Oscar Herrera Ahuad) y Mario Arcioni, de Chubut. Este último forma parte de la lista de pendientes que tiene el postulante presidencial, pero espera la negociación con Massa para entablar el diálogo, ya que el mandatario de Chubut es amigo del tigrense.
Otros ya mostraron su apoyo firme. En esa nómina están Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Sergio Casas (La Rioja) también se sumó a los apoyos y ahora busca encabezar la lista de diputados nacionales de este distrito con la boleta colgada de la fórmula de Alberto presidente y Cristina vice.
El próximo apoyo, más allá de las felicitaciones por la candidatura a través de las redes sociales, sería de Gustavo Bordet. En los últimos meses, Fernández tuvo un diálogo fluido con el gobernador entrerriano, que logró la lista de unidad en la elección provincial. Ahora las charlas giran en torno a las listas de legisladores nacionales y no se descarta una foto antes del cierre de listas si el candidato presidencial acepta las condiciones del gobernador: solo algún lugar estará destinado a un dirigente kirchnerista y rechazan la posibilidad de que sea para Sergio Urribarri.
El chaqueño Domingo Peppo tuvo fuertes cruces en el pasado, pero se muestra dispuesto a dialogar. Teme que su antecesor, Jorge Capitanich (a quien las encuestas lo favorecen) sea el elegido por esta fórmula y su reelección esté en peligro.
Entre quienes nunca estuvo en duda que serán parte del armado kirchnerista están Lucía Corpacci (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Carlos Verna (La Pampa) y el gobernador electo Sergio Ziliotto. El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, podría ser un competidor en una gran interna kirchnerista, en caso de que la ex presidenta lo requiera.
Hay unos pocos con los que Alberto no tendió puentes y tampoco lo hará. El jefe provincial de Santa Fe, Miguel Lifschitz, es uno de ellos. El postulante a la presidencia espera que el candidato a gobernador del peronismo, Omar Perotti, dé el batacazo el 16 de junio. Tampoco habla con Omar Gutiérrez (Neuquén), a quien en la campaña provincia dedicó fuertes críticas.
Alberto Fernández dejó por unas horas las negociaciones por el cierre de listas para reunirse en Uruguay con el ex presidente de ese país, José Mujica. “Me di el gusto y vine a ver al Pepe a contarle que soy candidato porque siempre que venía me decía que le traía distintos candidatos y me preguntaba cuándo iba a ser yo candidato”, dijo el postulante del kirchnerismo.
El ex jefe de Gabinete viajó con sus dirigentes cercanos Felipe Solá, Eduardo Wado de Pedro, Eduardo Valdés, Víctor Santa María, Santiago Cafiero, Fernando Chino Navarro. “Vuelvo a encontrarme con un viejo amigo, un maestro y una gran fuente de inspiración para la misión que nos espera a los argentinos”, sostuvo.