El aterrizaje del anteproyecto de reforma del Código Penal provocó una inesperada interna en el PRO y la UCR. Hubo cruces y desplantes entre correligionarios, mientras el Frente Renovador y el Frente para la Victoria se mantuvieron, cada en su vereda, sin romper filas. Entre tantas voces, la diputada del macrismo Laura Alonso salió a poner paños fríos ante las críticas contra su compañero de bancada Federico Pinedo por su participación en la redacción. Además, la legisladora fustigó al diputado opositor Sergio Massa, a quien acusó de proponer "una truchada atómica al plantear una consulta popular" para que decida sobre el Código.
Sin medias tintas, actitud que la caracteriza, Alonso arremetió fuerte contra el exjefe de Gabinete de Cristina Sergio Massa, quien había señalado que "la reforma pensaba en el delincuente y no en la gente" y llegó a proponer una "consulta popular". "Lo de Massa de plantear un referéndum es una truchada atómica, porque es una manipulación del electorado: los Códigos no se definen a través de mayorías sino en el ámbito parlamentario", marcó la diputada del PRO en el programa radial Realpolitik.
El anteproyecto de reforma del Código Penal no sólo generó inquinas entre la oposición sino que en el interior del PRO crujieron algunos reproches. La vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, se apuró en cuestionar la iniciativa y dejó a Pinedo pedaleando en el aire. La diputada Alonso, por su parte, adoptó una postura conciliadora al sostener que el legislador había participado en la Comisión "de buena fe, con la creencia de que podría llegar a un anteproyecto razonable y para contrapesar la visión de Zaffaroni".
La participación de "actores relevantes del ámbito nacional en el proceso de debate de Códigos", según afirmó la diputada del PRO en FM Identidad, responde a una estrategia de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner -a quien emparentó con "Napoleón"- para dotarlos de legitimidad.
A su vez, Alonso sostuvo que no es el momento indicado para debatir una reforma de esta magnitud puesto que "es un Gobierno que se está yendo". En tanto, puso énfasis en que la Argentina "ha operado con los códigos del siglo XIX muy bien y puede seguir haciéndolo" porque no estamos frente a una situación catastrófica que justifique semejante cambio.
