La salud de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner comienza a condicionar el destino del vicepresidente Amado Boudou en la Justicia, en donde se lo investiga por presunto enriquecimiento ilícito y, por otro lado, por una supuesta negociación incompatible en el caso Ciccone.
Hace dos meses, antes de que se supiera que la Presidenta sufriría una crisis de salud, fuentes de la causa estimaban que el juez llamaría a Boudou a indagatoria después de las elecciones del domingo para evitar que la decisión fuera “utilizada durante la campaña electoral”.
Todo indicaba que las pruebas estarían listas para un pedido de indagatoria, en el que Boudou debería dar explicaciones a la Justicia sobre las acusaciones que pesan en su contra. Pero altas fuentes de la causa confirmaron, a días de los comicios del domingo, que la decisión se postergó para 2014.
Falta reunir pruebas y terminar el análisis de pruebas documentales y técnicas que están llegando. El juez federal Ariel Lijo también iniciará una ronda de testigos clave y analiza cruces telefónicos que prometen consolidar su acusación.
La internación, la operación y el largo período de reposo de Cristina pusieron a los responsables del destino del vice en la Justicia en un aprieto. Boudou ahora está a cargo de la Presidencia y no se sabe por cuánto tiempo más.
Creen que un llamado a indagatoria y su posible procesamiento generarían una crisis institucional y política aún más grave. Por eso, el mejor escenario para Boudou implica que la Presidenta se tome el reposo más largo posible, aunque en la Justicia aseguran que no esperarán para siempre.
Por ahora, el juez Lijo acumula pruebas y las analiza. El 1º de noviembre, en tanto, se dará a conocer un fallo clave de la Cámara de Casación sobre si se anula o no el testimonio de Laura Muñoz, quien acusó a su ex marido, Alejandro Vandenbroele, de ser “testaferro de Boudou”.
Algunos de los involucrados directamente en la causa y sus colegas que llevan otros casos de corrupción que afectan al Gobierno pidieron una reunión con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. A fines de la semana pasada, se reunieron con él para escuchar su posición sobre cómo proceder frente al delicado estado de salud de Cristina y la posibilidad de que su regreso a la Presidencia se retrase.
Lorenzetti los sorprendió mostrándose optimista y descartando que el regreso de la mandataria sería pronto, cuando todos los pronósticos indican lo contrario. Los presentes en el encuentro se fueron todavía más desconcertados.
Otros casos. Las posibles indagatorias de Boudou en Ciccone y en la investigación por enriquecimiento ilícito del vice no son las únicas decisiones que logró postergar la elección del domingo. Un alto ex funcionario del primer gobierno de Cristina Kirchner fue llamado a indagatoria pero los responsables de la causa en los Tribunales no quieren que el hecho se dé a conocer antes del domingo porque creen que podría influir en el voto de la sociedad.
Hace dos semanas, el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime fue llamado a indagatoria por presunto enriquecimiento ilícito. Quienes participaron en la decisión debatieron en serios términos sobre si el momento del anuncio era propicio, frente a la internación de Cristina y la proximidad de las elecciones. Finalmente, el juez federal Sebastián Casanello decidió hacer lugar al pedido del fiscal Carlos Rívolo y dejó de lado el debate de los tiempos.