Luego de pasar setenta días preso en la cárcel de Ezeiza, el ex vicepresidente Amado Boudou parece haber renovado su voluntad de volver a insertarse en el mundo político. Ayer, en una visita al municipio de La Matanza, reapareció en una caravana que concluyó con un discurso ante 300 personas en el Ateneo Néstor Kirchner. Además de criticar al gobierno de Mauricio Macri, pidió por la “unidad” del peronismo y elogió a su antigua jefa política, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En lo formal, la visita del ex funcionario era para apoyar la junta de firmas en contra de la reforma previsional y brindar una charla sobre la “persecución política como parte de un plan estratégico del gobierno de Cambiemos”. Vestido de jean y remera negra, el ex vicepresidente dijo que “se cumplieron dos meses de la detención arbitraria de Carlos Zannini, Luis D’Elía, Fernando Esteche, de Yussuf (Khalil) y de (Héctor) Timerman. Les pido un aplauso para todos los presos políticos”.
Boudou aprovechó la ocasión para brindar su punto de vista sobre una posible unidad dentro del espacio peronista: “Necesitamos que haya unidad de programa para continuar lo que dejamos en 2015, en donde seamos capaces de crear algo lo suficientemente grande para sacarnos de encima democráticamente a un gobierno neoliberal como éste”.
También aprovechó para apuntar contra la actual gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. “Quieren presentarla a ella como si fuera imbatible. Nuestro espacio no tendrá el mejor equipo de los últimos cincuenta años, pero sí tiene un excelente equipo económico que puede cuidar de nuestros jubilados y docentes”.
En un momento aprovechó para reafirmar su lealtad para quien fuera su compañera de fórmula en 2011 y actualmente ocupa una banca en el Senado por la provincia de Buenos Aires:“Tengo un compromiso muy grande con Cristina. Ella tiene que iluminar a todo el campo nacional y popular”, agregó mientras se elevaban los aplausos de los presentes.
El martes el Tribunal Oral Federal Nº 4 reanudó el juicio oral en donde se encuentra acusado, junto a su socio, José María Núñez Carmona, y otras cuatro personas, por la venta de la imprenta Ciccone Calcográfica al fondo de inversión “The Old Found”. A su vez, Boudou inició su contraofensiva: hará “un ataque a dos bandas” junto a Núñez Carmona. Ambos buscarán –cada uno con su abogado– invalidar el testimonio de Laura Muñoz, la ex esposa de Alejandro Vandenbroele, el “arrepentido” sospechado de ser el testaferro del ex vicepresidente.
