El cerco se achica sobre Federico Elaskar y Leonardo Fariña, los supuestos ejecutores de maniobras de lavado de dinero que involucrarían al empresario K Lázaro Báez. Mañana serán indagados por el juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuán.
Elaskar y Fariña están acusados de blanquear fondos de origen presuntamente ilícito a través de la financiera SGI, con la que operaban empresas de Báez, entre otras. Mañana podrían jugar la carta de no declarar para ganar tiempo.
Si bien el juez decidió que por ahora son los únicos que deben dar explicaciones, la causa avanza en torno a Teegan Inc., una empresa constituida en Panamá y radicada en Belice, con cuenta bancaria en Suiza, que conduce directamente a Martín Antonio Báez, hijo de Lázaro y accionista de sus compañías.
Hay una cuenta de Teegan en el banco privado Lombard Odier de Ginebra, Suiza. Pero los fondos depositados allí ya no estarían en esa entidad. Fuentes con acceso a la investigación paralela que lleva adelante la Justicia suiza lo aseguraron a PERFIL: los fondos de la cuenta de Teegan en ese banco pasaron a otra cuenta en otra entidad bancaria suiza. Las fuentes no precisaron a cuál. Tal vez las autoridades suizas lo revelen cuando contesten el exhorto enviado esta semana a ese país por el juez Casanello, que pedía información sobre dicha cuenta.
En un exhorto a Belice, el juez pidió información financiera, bancaria y comercial sobre Martín Báez, que puede llevarlo directamente hacia a su padre. A Uruguay, Suiza, Belice y Panamá solicitó todo lo relacionado con Teegan, Elaskar, Fariña y Fabián Rossi.
Las indagatorias de Elaskar y Fariña serán simultáneas. Hay tres testimonios en la causa que comprometen a ambos y que demostrarían que trabajaban a la par en las supuestas maniobras de lavado desde SGI. En la financiera, Fariña –nexo entre Elaskar y Báez– tenía un trato especial: entraba sin anunciarse y asistía varias veces a la semana. PERFIL accedió a los informes elaborados por la UIF sobre Elaskar y Fariña, en los que el organismo antilavado ofrece un análisis que compromete penalmente a ambos. Sobre Fariña dice que no habría actuado solo sino con “un grupo”, y que su función era “dar apariencia lícita a activos provenientes de actividades marginales mediante compraventas simuladas, préstamos ficticios, constitución de sociedades pantalla y testaferros”. La UIF lo señaló como supuesto responsable de “maniobras típicas” de lavado.
Sobre Elaskar, la UIF dice que hay “irregularidades” en las actividades de sus cuentas bancarias y en otras en las que “interviene como firmante”. Esas maniobras, afirma, permitirían canalizar fondos presuntamente no declarados o de origen ilícito.
Lo que la UIF aún no da a conocer es si elaboró informes sobre Lázaro, sus hijos y sus empresas. De hecho, Báez y compañía recién fueron imputados cuando el fiscal Marijuán llegó de su licencia. La causa estaba iniciada, y hay varios reportes de operaciones sospechosas (ROS) sobre empresas de Báez que datan de varios años y que recién ahora llegan a la Justicia. Una clásica del organismo.