El último jerarca de la dictadura militar, Reynaldo Bignone, afirmó hoy que no tiene "ningún muerto" en su "haber" y dijo que duerme "tranquilo" porque no mandó a matar "a nadie" en su gestión ni "en absoluto" hubo desaparecidos.
"Yo no tengo ningún muerto en mi haber, ¿qué notable no? No tengo ningún muerto en mi haber, a la noche me preocupa más el periodismo que otra cosa, qué es lo que va a aparecer en el periodismo en el día de mañana", manifestó en declaraciones a radio Pop.
”En mi gestión no (hubo desaparecidos), en absoluto, ni mandé a matar", dijo Bignone quien aseguró: "Yo duermo tranquilo a la noche".
Los dichos del dictador llegan a un día de la marcha que se realizará en la Plaza San Martín en “homenaje” a los muertos por la guerrilla, organizado por sectores que respaldan los métodos de la represión ilegal.
Antes había instado a los jóvenes a que “terminen lo que nosotros no supimos ni pudimos terminar” y cuestionó a aquellos que, “cargados de odio, deformaron la moderna historia argentina”.
Lo hizo en una columna publicada por el sitio de Internet de "Argentinos para la memoria completa" -cuya presidente es Karina Mujica-, una tribuna compartida, además, con Cecilia Pando. En la página no se especifica la fecha de realización del artículo, en el que Bignone recurre a las metáforas para revalidar a la última dictadura militar y la represión.
Hoy, en declaraciones a Radio 10 ratificó haber escrito esa carta y afirmó que "no" cree en la Justicia argentina, y pidió a los jóvenes que "no se deforme la historia" de lo que ocurrió en la Argentina.
Bignone aclaró que no irá al acto de mañana pero consideró necesario que haya “memoria completa".
Además dijo que no está condenado sino "procesado, hace muchos años, en un invento que es el robo de bebés”. “A mí me procesan por haber dictado una ley que formaba parte de un plan para robar bebés", sostuvo y afirmó: “El robo de bebés es un invento"
El mensaje que le transmite a los jóvenes podría ser considerado instigación al delito debido a que no especifica qué significa "terminar" lo que ellos "no pudieron terminar".
"¿A quién se le ocurre arremeter contra molinos de viento? Lo primero que surge para contestar semejante pregunta, es pensar en algún descerebrado", interrogó Bignone, para luego apelar al Quijote: "Don Miguel de Cervantes Saavedra hizo que dos personas, un flaco, alto sobre un caballo y un petiso, gordo sobre un asno, armados apenas con lanzas, no solamente lo hicieran, sino que además vencieran, ya que ellos perduran en la historia literaria mundial y de los molinos de viento nadie se acuerda y sólo muy pocos saben lo que son".
"Podríamos decir que así nacen los Quijotes y las quijotadas y también se reproducen en modernas embestidas contra molinos de viento", agregó en su columna, donde no mostró ni una línea de autocrítica ni de arrepentimiento por los crímenes cometidos durante la última dictadura.
"Sin necesidad de mirar demasiado lejos, podemos referirnos a un caso reciente. Hay algunas diferencias, ya que ellos no son ni altos ni petisos, ni flacos, ni gordos, no van a caballo ni en mula: Son JOVENES, (así, con mayúsculas)".
"Además no arremeten contra molinos de viento, sino contra personas de carne y hueso que, cargados de odio, deformaron la moderna historia argentina. Y ellos, que no la vivieron, pretenden ponerla en su lugar. ¿Qué es esto sino una heroica quijotada?", escribió Bignone sobre la “pelea” que llevan adelante mujeres como Mujica, ex amante del represor Alfredo Astiz, quien fue filmada en una cámara oculta por el canal América mientras ejercía la prostitución.
Bignone se preguntó: "¿Cuánto más cómodos y tranquilos estarían sino se hubieran embarcado en esto?"
"Es mucho lo que arriesgan -prosiguió- en épocas difíciles y ellos lo saben. Sin embargo, armados de la verdad y los principios, sin lanzas como los personajes de Cervantes, pero con dedicación, trabajo, organización , la palabra oral y escrita, siguen adelante, seguros del triunfo final, ya que la verdad se puede deformar u ocultar por un tiempo, pero al cabo, aparece en toda su magnitud".
Bignone continúo con las metáforas y sostuvo: "De los personajes cervantinos también surgió aquello de ladran Sancho, es señal que cabalgamos. Estos modernos Quijotes, un 24 de mayo, vísperas del día de la Patria sintieron ladrar. Se miraron asombrados y pensaron ...estamos cabalgando. Y es cierto. ¿Quién puede negar que están cabalgando. Y ¡como!".
"Qué difícil nos resulta a los que ya no somos y nos quedan pocas fuerzas decirles a estos chicos: ¡sigan adelante! Terminen lo que nosotros no supimos ni pudimos terminar", concluyó el último jefe de la dictadura, antes de despedirse con "un millón de gracias".