Rodeado de unos 3 mil productores, Buzzi improvisó un breve discurso cargado de cuestionamientos hacia el Gobierno. “Alguna vez tendrán que tener algo de humildad para pacificar este país. Ninguno de nosotros quiere un golpe institucional”, soltó furioso, subido a la caja de una camioneta.
Abajo, en el kilómetro 235, donde los ruralistas vitoreaban cada palabra del presidente de la entidad, el clima de tensión, que predominó durante la mañana entre transportistas y productores situados a ambos lados de la ruta, quedó completamente olvidado. “Este es un acto en repudio a una forma de gobierno”, dijo Buzzi sobre el paraje santafesino en el que el 13 de marzo último se hizo la primera marcha contra las polémicas retenciones móviles.
Con la voz quebrada por los gritos, el titular de la Federación Agraria amagó con relanzar nuevamente el paro agropecuario. Incluso, se comprometió a llevar esa premisa hasta la mesa de enlace que se congregó en la ciudad de San Pedro.