Esta tarde, poco después de conocerse las declaraciones de la escritora Beatríz Sarlo en el caso de las vacunas vip, el editor Carlos Díaz presentó un escrito con un descargo sobre el tema. Díaz fue mencionado por Sarlo como quien le transmitió la propuesta de Soledad Quereilhac, esposa del gobernador Axel Kicillof, respecto de la posibilidad de acceder a la vacuna, a fines de enero pasado, a cambio de una foto para difundirla. En sus manifestaciones, entregadas en una escrito ante el juzgado a cargo de María Eugenia Capuchetti, Díaz buscó aclarar su posición respecto de la situación relatada por Sarlo, de quien es editor desde hace 20 años. La jueza Capuchetti y el fiscal Eduardo Taiano investigan el escándalo del vacunatorio vip, en el que están imputados el ex ministro Ginés González García, su sobrino y ex jefe de Gabinete, Lisandro Bonelli, su secretario privado Marcelo Cullé, y el secretario Alejandro Collia.
En su presentación, Díaz aseguró que en el marco de esa relación que tenían con Sarlo la consultó acerca de su predisposición para participar de la campaña de vacunación que la gestión de Kicilloff estaba evaluando instrumentar, para "combatir la impresión generalizada" que había sobre la vacuna de origen ruso, Sputnik V. Tras lo que agregó que, como "surja" de los correos electrónicos aportados por Sarlo en la causan el entendía "imprescindible subrayar que dicha posibilidad tenía como única finalidad generar confianza en la vacuna y como condición sine qua non la total publicidad del acto de vacunación". Eso, aseguró, basado en la necesidad de que referentes de distintos ámbitos, pudiesen comunicar de forma masiva la seguridad de la misma. Remitiéndose nuevamente a los mails, Díaz también resaltó que de la lectura de los intercambios de mails, se desprende que "no hay nada que pueda ser considerado clandestino, ilegal, “bajo la mesa” sino que se aclara que es todo “por derecha”, a la luz del día y a la vista de la mayor cantidad de gente posible ya que, justamente, ese era el objetivo central de la campaña “Poné el hombro”".
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Díaz también aseguró conocer a Quereilhac, doctora en Letras, desde hace más de 20 años. Al tiempo que refirió que Quereilhac es conocedora de la obra de Sarlo y que en ese sentido le pareció que podía ser una figura importante para sumar a la campaña que estaban pensando y fue así que comentaron la idea. Y que fue a raíz de este intercambio que la contactó "para ver si le interesaba participar por ser una reconocida referente intelectual, completamente ajena al espacio político que gobierna la provincia y también porque por su edad estaba dentro del universo de personas que se encontraba en condiciones de ser vacunada".
Tras lo que agregó que Sarlo rechazó la propuesta "argumentando que le parecía bien hacer una campaña de concientización, incluso ofreció que se mencionara su deseo de vacunarse, pero desde el minuto uno dejó muy claro que no compartía la idea de recibir por eso la vacuna ya que lo consideraba un mal ejemplo y algo poco ético". A lo que él explicó que le respondió que le parecía perfecto y dieron "el tema por terminado".
Díaz agregó que de acuerdo a lo que supo luego por lo que apareció en los medios de comunicación, la necesidad de dicha campaña fue descartada y en consecuencia no llegó a instrumentarse. Y que, cuando leyó que Sarlo había comentado que había recibido una oferta para vacunarse “abajo de la mesa” "jamás se me cruzó por la cabeza que pudiera estar refiriéndose a nuestro intercambio. Así se lo hice saber, pocos días atrás, en un mail que también adjunto", concluyó.