Todo asesinato deja dudas, pero cuando se trata de una muerte ligada al caso Nisman todo se agiganta. El asesinato del expolicía Héctor Goncalves Pereyra que debía declarar por la muerte del exfiscal de la UFI-AMIA dejó un agujero en la trama de comunicaciones telefónicas en el caso. "Nadie tomó recaudos", afirmó el abogado del difunto, Alfredo Oliván.
El letrado sostuvo que Goncalves "en los últimos tres días, estaba muy inquieto" y le dijo que "tenía miedo". Oliván también contó en TN Central que su cliente estaba "apurado" por declarar en el caso Nisman ya que figuraba en el entrecruzamiento de llamados con varias comunicaciones con Luis Ismael Miño, custodio del exfiscal.
Si bien fuentes judiciales descartaron que ese robo pueda estar vinculado a la muerte de Nisman y consideraron que se trató de un delito ajeno a esa investigación, el abogado "no descartó vinculaciones", principalmente por "el temor de los últimos días".
Oliván se quejó porque "nadie tomó recaudos" ni "cuido" a su cliente y planteó dudas sobre el motivo del asesinato: "A mí me llama la atención por todo lo que pasó en la causa", indcó.
Por otra parte, consideró que el apuro para aclarar la situación judicial también tenía que ver con que "sentía que si declaraba estaba más seguro".