El hallazgo del cuerpo sin vida del fiscal a cargo de la UFI-AMIA, Alberto Nisman, conmocionó a la Argentina y al mundo entero. A lo largo de los 365 de días de investigación, aún quedan más dudas que certezas.
Nisman debía presentarse ante el Congreso el lunes 19 de enero de 2015, un día después de su fallecimiento. Había prometido explicar los fundamentos de su denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y algunos funcionarios de su gobierno, por supuesto encubrimiento a Irán en el atentado a la AMIA, ocurrido en 1994, en el que murieron 85 personas.
La investigación de la muerte del exfuncionario judicial cayó en manos Viviana Fein (en la actualidad desplazada del caso por disposición de la jueza Fabiana Palmaghini) ya que era la fiscal de instrucción en lo criminal de turno durante la feria.
La querella encabezada la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, impulsó desde un primer momento el pedido para que Fein fuera separada de su cargo, ya que consideraba que llevaba adelante una investigación "ineficaz" e irregular.
Después de la asunción de Mauricio Macri, Palmaghini decidió asumir personalmente la investigación, virtualmente paralizada por los cruces entre la querella y la fiscalía. De este modo, ella será quién la dirigirá en adelante.