La fiscal Viviana Fein espera recibir mañana los resultados de las pericias balísticas sobre el arma que dio muerte a Alberto Nisman. Se sumarán a las que ya figuran en el expediente y que determinaron que el proyectil extraído de la cabeza pertenecía a la Bersa calibre .22 largo, al igual que el casquillo hallado en la escena, y que el disparo fue sobre la sien y a una distancia de un centímetro, tal como reveló ayer PERFIL y confirmó Fein en declaraciones al canal TN.
Además, la fiscal detalló que la muerte se produjo entre las 10 y las 13 del domingo.
La jueza federal Sandra Arroyo Salgado declaró el viernes ante la fiscal Viviana Fein y se presentó como querellante en la causa que investiga la “muerte dudosa” de su ex esposo, Alberto Nisman, en representación de sus dos hijas, menores de edad. De esta manera, Arroyo Salgado podrá tener acceso a la causa, solicitar medidas de prueba y contratar peritos de parte. Según allegados al entorno, la madre del fiscal, Sara Garfunkel, y su hermana, Sandra Nisman, respaldan a la magistrada. Ambas ya dieron su testimonio ante la titular de la Fiscalía Criminal de Instrucción 45.
Fein también espera los resultados del examen toxicológico y el análisis histopatológico. Las pericias y los testimonios recolectados serán claves para esclarecer el caso, incluso los más específicos como el estudio del goteo y salpicaduras de sangre en el espejo del baño donde Nisman fue encontrado muerto. Este tipo de pericias pueden determinar si el cuerpo estaba quieto o si se movió, incluso si las manchas hepáticas se corresponden con la trayectoria, la velocidad y la fuerza del disparo.
En el caso intervienen los gabinetes de criminalística de Prefectura y la Policía Federal, Metropolitana y Bonaerense. Si bien se realizó un dermotest sobre la mano del fiscal, Fein también ordenó un barrido electrónico para tener mayor precisión. Sin embargo, el resultado de la pericia no arrojaba datos certeros sobre los rastros químicos que se encuentran en un cuerpo producto de un disparo. También analizan cruces telefónicos, imágenes de las cámaras de seguridad, el libro de visitas de Le Parc y las declaraciones de Diego Lagomarsino, el empleado que le entregó el arma, y de los diez custodios dedicados a la protección del fiscal. Fuentes de la causa indicaron a PERFIL que los agentes de la Policía Federal “tenían muy buena relación” con Nisman y detallaron que uno de ellos “era su custodio desde hace siete años”.
Por otro andarivel, estudian los últimos movimientos financieros y la situación económica del fiscal. En este punto investigan la procedencia del auto, un Audi Q5, que Nisman usaba de manera particular pero que está a nombre de una empresa. En el plano psicológico, Fein toma declaración a numerosos testigos que tuvieron contacto con el fiscal en las últimas semana para conocer su estado de ánimo. Al mismo tiempo, peritan las computadoras y celulares encontradas en su departamento y en la oficina donde trabajaba.
Defensa de Lagomarsino
Héctor y Ana Lagomarsino, padres del técnico que le prestó el arma al fiscal Alberto Nisman, aseguraron que su hijo “no era un agente de inteligencia” y dijeron que tenían buena relación. “Es un pibe que era muy amigo de Nisman. Un día fue y le dijo: ‘Mirá, necesito un arma’”, explicaron los padres de Diego Lagomarsino en diálogo con el canal de noticias TN. Y aclararon: “El (Diego) se fue del departamento a las ocho (de la noche) y (Nisman) se mató al mediodía”. “Cometió el error de darle el arma, nada más”, se lamentó el matrimonio. Además, confirmaron que su hijo “está en Buenos Aires” y “a disposición de la fiscalía”, en referencia al incidente del viernes, cuando la fiscal Viviana Fein anunció que Lagomarsino no tenía custodia y no respondía a sus llamados. “No atendía porque se había quedado sin batería”, explicaron.
