POLITICA
palabra de expertos

Caso Nisman: peritos abonan la teoría del suicidio

El autor de los manuales que se estudian en los institutos decriminalísticade América Latina analizó las pericias de la causa que investiga la muerte del ex titular de laUFI-AMIA.

La denuncia de Alberto Nisman contra la Presidenta derivó en una ruptura traumática entre el gobierno y el ex espía.
| Cedoc

“No se encontrará al autor de la muerte porque no existe”
“No se encontrará físicamente al presunto autor material de la muerte del señor Alberto Nisman porque igualmente materialmente no existe”. La conclusión del capitán Juventino Montiel y Sosa es tajante. A pedido de PERFIL, el autor de los manuales que se estudian en los institutos de criminalística de América Latina analizó las pericias de la causa que investiga la muerte del ex titular de la UFI-AMIA.

El mexicano basó sus conclusiones en los patrones de las manchas de sangre halladas, en el análisis de las manos, en pericias balísticas y el estudio de las fotografías del caso. En el informe, realizado especialmente para este diario, Montiel y Sosa enumera las razones por las que sostiene que “se considera con alto grado de probabilidad, por no invocar a la certeza pericial, que la muerte de Nisman se debe a una autoinmolación o suicidio, cuyas maniobras materiales de autodestrucción fueron provocadas por él mismo”.

Resalta que “existe orden del lugar de los hechos, sin presencia material de indicios o evidencias físicas de sospechosos o de sospecha; la presencia material del arma de fuego, próxima al cuerpo de la víctima, así como presencia en el lugar de la vaina respectiva, calibre .22 expulsada por el uso de una pistola Bersa 62, calibre 22.; orden de los vestidos o prendas de la víctima, y orden de los muebles, objetos y cosas del lugar; hay sólo una herida, localizada en zona frecuente electiva para suicidio, sobre la región temporoparietal derecha; ausencia de signos de forcejeo, lucha y/o defensa en la superficie corporal y prendas; la dirección del disparo fue de derecha a izquierda, de abajo a arriba y de atrás a adelante, y la posición que adoptó el occiso fue erguido o parado en su plano de sustentación; el disparo fue de contacto o a muy corta distancia, a no más de un centímetro entre la boca de fuego y la región lesionada, y el arma de fuego estuvo al alcance de las manos del sujeto pasivo; existe la presencia de salpicaduras de sangre, típicas hacia atrás sobre los dorsos de los dedos y/o manos del pasivo que sujetó el arma, así como también en la propia arma utilizada”.

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¿La ausencia de una nota de suicidio es indicativo de un homicidio? “No es una regla estricta y, por diversas razones puede faltar”, responde. Montiel encontró evidencias de que el tórax fue “ligeramente levantado hacia su espalda o hacia atrás sobre su eje vertical” pero dictamina que “el cuerpo no fue movido ya que mover es hacer que deje el lugar o espacio que ocupaba y pase a otro y en virtud de que en el lugar del hecho no hay otros patrones de sangre o indicios o evidencias físicas que indiquen una manipulación grave e intencionada”.


“La pistola contra la piel, típico de una descarga autoinfligida”
“La existencia de residuos de pólvora es evidencia de que el cañón de la pistola estaba en contra de la piel en el momento del disparo. Esto es típico de una descarga autoinfligida”, dice Michael Baden, célebre forense norteamericano, consultado por PERFIL sobre la muerte aún sin resolver del ex fiscal Alberto Nisman, hallado muerto en su departamento de Le Parc, el 18 de enero pasado.

Los médicos que revisaron el cuerpo establecieron que el disparo fue realizado a un centímetro de distancia y que no había evidencias de lucha o lesiones defensivas.
El especialista, que participó en muchos casos resonantes, entre ellos el juicio contra OJ Simpson, deja abierta la incógnita: “Podría ser hecho por alguien que intenta hacer pasar un homicidio como un suicidio. Es posible que un “sicario profesional” pueda hacer que una escena de homicidio parezca una escena de suicidio, pero el análisis forense adecuado por lo general hace descubrir tal engaño”, indicó Baden. Para él “no es habitual que un informe de autopsia no responda tras ocho meses de investigación si fue suicidio, homicidio o accidente”.

Tras ver las fotografías que figuran en el expediente de la cantidad de personas presentes en el departamento del piso 13 de las Torres Le Parc la noche que encontraron muerto al fiscal y que fueron difundidas por la prensa, Baden considera que “demasiada gente en el lugar puede comprometer la evidencia”. Esa fue una de las críticas más importantes que le hace la querella de Sandra Arroyo Salgado a la investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein.

Los primeros días, la presidenta Cristina Fernández dio diferentes puntos de vista, información y versiones sobre la muerte del ex titular de la UFI-AMIA. Al respecto, Baden señaló “que si bien los presidentes de Estados Unidos no hacen comentarios sobre los detalles de una investigación, desafortunadamente, los políticos pueden y han presionado a los forenses de manera tal que, a veces, han interferido con la obtención de justicia” en su país.

La causa ya lleva 40 cuerpos y cerca de 8 mil fojas. Se tomaron casi 150 testimoniales y realizaron numerosas pericias. Los peritos oficiales no hallaron rastros de una tercera persona en la escena y Fein pretendía encontrar pistas de un posible suicidio inducido en los mails del ex fiscal, pero Estados Unidos negó el acceso en una primera instancia y pidió que la fiscal justifique –con pruebas– por qué creía que habría amenazas en los mails.

La jueza Sandra Arroyo Salgado insiste en que se trató de un homicidio y presentó un informe en el que el criminólogo Daniel Salcedo dice que Nisman fue ejecutado de rodillas.