POLITICA
primer acto en la casa rosada tras la muerte del fiscal

CFK: “Voy a hablar las veces que quiera”

Enfrentó a quienes la acusaron de interferir con sus declaraciones en la investigación del caso Nisman. Adelantó anuncios antes de partir rumbo a China. Y se respaldó en los gobernadores del PJ. Guiños a Scioli y Randazzo.

De nuevo a la Rosada. Tras la fractura de tobillo, Cristina Kirchner había permanecido en Olivos.
| Pablo Cuarterolo

Tras un mes de resposo en Olivos, Cristina Kirchner volvió a la Casa Rosada. Aquejada por su fractura en el tobillo izquierdo, recibió a gobernadores y encabezó un acto en el salón de las mujeres de la sede gubernamental. Por segunda vez en la semana utilizó la cadena nacional para referirse al caso Nisman. Aludió, sin nombrarlo, al colaborador del fiscal, Diego Lagomarsino. Y criticó a los funcionarios judiciales que le pidieron que no interfiera con la causa. “Voy a hablar todas las veces que quiera hablar”, precisó.
El Gobierno tejió un manto de sospechas sobre Lagomarsino deslizando que era un espía y que era muy sospechosa su relación con el fiscal. La jefa de Estado había pedido especial protección para él, y había dicho que el imputado –por prestarle el arma a Nisman– había empezado a tramitar su pasaporte el 14 de enero, el día de la denuncia del fiscal, algo que fue desmentido por la defensa.
Ayer, Cristina describió un tuit ofensivo hacia su persona escrito por Lagomarsino el día que se aprobó la “democratización de la Justicia”. “Los insultos de los mediocres jamás me importaron ni me importarán”, advirtió.

“Nadie le puede decir a la Presidenta que se calle la boca y no hable. La libertad de expresión debe ser respetada no solamente para los que critican, insultan y agravian al Gobierno sino también para los que piensan de otra manera porque en eso radica la libertad”, explicó, para contrarrestar las críticas de los que creen que al hacer conjeturas sobre la muerte dudosa de Nisman entorpece la investigación.
También pidió evitar que la “mugre” y los conflictos que existen en el exterior ingresen a la Argentina. En el Gobierno piensan que los servicios de inteligencia extranjeros están detrás de la denuncia de Nisman y su posterior muerte.
No por casualidad, antes del discurso de la Presidenta, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuestionó con dureza a Marco Rubio, el senador republicano que pidió una investigación exhaustiva internacional sobre el deceso del fiscal. “Es una injerencia indebida”, dijo.
Cristina partió ayer rumbo a China, donde tendrá actividades bilaterales. Incorporó a la comitiva al canciller Héctor Timerman, envuelto en la polémica por su participación en el memorándum con Irán y sus acusaciones al fiscal Nisman.
En el acto que encabezó en la Rosada, Cristina redobló la apuesta. Hizo varios anuncios –para jubilados, refinanciación de deudas para las provincias, y dinero para obras– y demostró así que pretende mantener la iniciativa, para que se hable de la gestión y no de casos como el de Nisman.

En el PJ, tomaron como un alivio el discurso de la Presidenta. Entienden que intentó mostrar a los gobernadores y a su gabinete como un mismo equipo. Elogió varias veces al ministro del Interior, Florencio Randazzo (por su gestión al frente de la renovación ferroviaria), pero se mostró contemplativa con Daniel Scioli. “Hace un mes, el gobernador parecía estar en el bando contrario”, dijo una fuente partidaria.
En sectores del peronismo se interpretó que Cristina, frente a la crisis generada por la muerte de Nisman, debió respaldarse en el sector del PJ que desprecia.

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El tuit de Lagomarsino que enfureció a la Presidenta

Lo escribió Diego Lagomarsino, el colaborador del fiscal Alberto Nisman, en 2013, cuando el Gobierno dio media sanción en la Cámara de Diputados al proyecto de “democratización de la Justicia”. Al parecer con bronca por la iniciativa oficialista, Lagomarsino le dedicó insultos y agravios a la jefa de Estado, Cristina Kirchner. Desde que se supo que fue él quien le prestó el arma a Nisman con la que se habría disparado, los tuits de Lagomarsino empezaron a circular por las redes sociales. Con un claro perfil opositor, el experto en informática criticaba la gestión del Gobierno a través de Twitter.
Ayer, la presidenta Cristina Kirchner lo describió sin reproducir los agravios de manera explícita.