Cristina Kirchner regresó de Cuba el jueves a la madrugada. Solo vio a Alberto Fernández y a su hijo Máximo y el viernes a las 15 partió hacia El Calafate, en donde mañana volverá a mostrarse en público con la presentación de su libro, último destino de la gira de presentación de su libro, "Sinceramente".
La candidata a vicepresidenta verá hoy el debate presidencial desde su casa en el sur, tema del que habló con su compañero de fórmula. Un día después, hablará ella y se espera que haga alguna mención al debate, sobre todo a las propuestas del principal competidor, Mauricio Macri.
Más allá del repaso de los distintos capítulos de su libro junto al escritor Marcelo Figueras, la ex presidenta utiliza la ceremonia para lanzar duras críticas a la política económica de la Casa Rosada y al endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional.
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Después de suspender los actos en Quilmes y Salta por el viaje a Cuba, en donde su hija Florencia está bajo tratamiento médico, la senadora retomará la campaña mañana en el sur. Será El Calafate la última ciudad elegida para la presentación del libro. El acto será en el Polideportivo Municipal, que tiene capacidad para diez mil personas. Buenos Aires, Santiago del Estero, Río Gallegos, Resistencia, Posadas, Malvinas Argentinas, La Matanza y Rosario fueron los destinos en donde llegó con Sinceramente. También estuvo en Mendoza y San Juan.
Cristina Kirchner se quedará en El Calafate hasta el martes. Regresará a Buenos Aires y dos días después viajará a La Pampa. En la provincia gobernada por Carlos Verna, la fórmula presidencial celebrará el Día de la Lealtad juntoa gobernadores, legisladores e intendentes de la provincia de Buenos Aires.
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En el equipo de campaña de Cristina y Alberto están convencidos de que los resultados de las PASO, cuando obtuvieron más de 16 puntos de diferencia contra Macri, se mantendrán. Trabajan con los mismos encuestadores que antes del 11 de agosto, quienes detallan que podrían subir algunos puntos, al igual que la oposición. También dan como seguro el triunfo de Axel Kicillof, a quien Cristina Kirchner y Alberto Fernández apuntalaron en el último tramo de la campaña para las internas, sin saber cuál podría ser la diferencia que obtendría con respecto a la gobernadora María Eugenia Vidal y si el corte de boleta lo podía perjudicar. Los números que manejan en el Frente de Todos han hecho que la ex presidenta pueda dedicar más tiempo a acompañar a su hija Florencia y menos a la campaña. Aunque aclaran que los votos se cuentan de a uno y hasta el último, no hay ningún dirigente en el peronismo que ponga en duda el triunfo el próximo 27 de octubre.
Indagatoria en noviembre. El juicio conocido como Obra Pública, el primero que tiene a la actual candidata a vice Cristina Kirchner en el banquillo de los acusados, entró en impasse de tres semanas, hasta el próximo 4 de noviembre. Es decir que se reanudará después de las elecciones de octubre. La decisión del Tribunal Oral Federal (TOF) 2 que lleva adelante el juicio es por problemas de agenda, ya que este lunes es feriado, el 21 no estará uno de los magistrados y el 28 comienza otro debate que, al tener presos con prisión preventiva, debe ponerse en marcha cuanto antes.
Así, el juicio volverá a su curso habitual el lunes 4, cuando será el turno de la indagatoria de Julio De Vido. El ex ministro no declararía, pero de todos modos debe presentarse, sentarse frente al Tribunal y dar sus datos personales. También, aunque desista de declarar, puede hacer manifestaciones si así lo quisiera.
El turno de CFK es el último de la ronda de indagatorias.
