Sin solución de fondo a la vista, se agrava el conflicto en las empresas metalúrgicas Emfer (taller ferroviario) y Tatsa (constructor de carrocerías para autobuses), del Grupo Cirigliano. El miércoles, unos treinta trabajadores de dichas compañías recibieron telegramas de despido, en una medida que los delegados califican como “embarrada de cancha” por parte de los dueños de la empresa.
El secretario general de la UOM y titular de la CGT Bolívar, Antonio Caló, gestionó ante el Ministerio de Trabajo la declaración de conciliación obligatoria para revertir las cesantías. A pesar de que la medida se dictó el jueves, no se había logrado aún encontrar a los Cirigliano para que firmaran la cédula emitida. “Volvemos a la fábrica pero a mirarnos las caras, porque no hay trabajo”, explicó a PERFIL el delegado Ezequiel Peralta.
El gerente general de Emfer, Vicente San Salvador, mantuvo un encuentro informal con los delegados el viernes, en el cual ratificó que los Cirigliano no “invertirán un peso más en la empresa, incluso si se consigue un contrato del Estado que garantice trabajo por un par de meses”, contaron representantes de los trabajadores.
Un día antes, Caló se había reunido con funcionarios del Ministerio de Transporte, que dirige Florencio Randazzo, para estudiar la posibilidad de una solución similar a la que se dio en el caso de las líneas ferroviarias que controlaba el Grupo Cirigliano. El resultado no fue positivo y recibió como respuesta que no había ningún plan de estatización. La falta de acción de Randazzo sobre uno de los conflictos candentes que afectan al sector industrial genera malestar entre otros miembros del Gabinete, como informó PERFIL hace dos semanas.
Otra de las esperanzas que tenían los trabajadores era la “salida China”. Pero, tras la visita del presidente Xi Jinping, aún no hay ninguna señal de que la empresa asiática CSR, que fabricó las nuevas unidades de la línea Sarmiento, pueda aportar una solución. “El mantenimiento de las unidades 0 km, que tienen dos años de garantía del fabricante, se está haciendo en los talleres de Castelar, donde ya se instalaron 24 trabajadores chinos de la empresa CSR”, explicó a PERFIL el delegado de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, Edgardo Reynoso.
En paralelo a las gestiones por el destino de la empresa, Caló también consiguió tramitar en Trabajo el pago de sueldos de la segunda quincena de julio con fondos estatales para el martes. Los 450 trabajadores del complejo industrial –que hasta 1995 pertenecía a Fabricaciones Militares– llevan un mes entre tomas de la fábrica y cortes de la General Paz, en reclamo de la estatización de la empresa y en protesta por el retraso en el pago de sueldos y el aguinaldo.