"Al Gobierno le preocupa la hidrovía Paraná-Paraguay. A partir del cruce entre empresas nos dimos cuenta de que Palmat tiene los mismos accionistas que figuran en ciertas empresas de barcazas. Estas empresas, junto con Pdvsa, quieren controlar la hidrovía Paraná-Paraguay, porque ahí están en juego cuestiones vinculadas con el petróleo y con los alimentos, pero como ustedes ya saben desde el Matto Grosso hacia acá, ésa es la mejor ruta para la droga en América latina.”
Esta declaración pertenece a Elisa Carrió, y fue enunciada el miércoles último en la Cámara de Diputados, pero pasó prácticamente inadvertida porque lo dijo cuando se debatía si la declaración de Eduardo Sadous debía hacerse pública.
Sin embargo, no es un detalle menor para la líder de la Coalición Cívica, que hace ya dos semanas presentó ante la Justicia una ampliación de la denuncia que presentó en 2008 contra Néstor Kirchner y otros por la supuesta conformación de una asociación ilícita. A raíz de una investigación, la chaqueña arribó a la conclusión de que existen vínculos entre los empresarios dueños de Palmat (la intermediaria que cobraba el 15 por ciento de los negocios sospechados con Venezuela) y de algunas empresas que manejan el negocio de la barcazas de la hidrovía que conecta cinco países.
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