La jornada electoral de ayer en Córdoba dejó mucha tela para cortar. Ramón Mestre logró retener la intendencia en unos comicios signados por la catastrófica derrota del kirchnerismo cordobés que apenas alcanzó el séptimo lugar, con un exiguo 2,38 por ciento de votos, números que fueron superados por partidos como el Frente de Izquierda de los Trabajadores o el MST.
La fórmula conformada por el exintendente Daniel Giacomino y la dirigente Natalia Refice no logró retener el porcentaje obtenido en las PASO por la dupla de Daniel Scioli y Carlos Zannini, que cosechó el 12,74 por ciento de los votos emitidos en el departamento capital, ni el 15,57 de los sufragios de la fórmula K para la gobernación integrada por Eduardo Accastello y “Cacho” Buenaventura, quien logró ingresar al podio de candidatos en el tercer puesto de los comicios realizados el pasado 5 de Julio.
Los reproches en el seno de partido son muchos y hoy por la mañana ya se vieron las primeras consecuencias. En la sede del Anses Córdoba aparecieron pintadas anónimas en contra de la titular de la delegación y candidata a diputada nacional, Gabriela Estévez, y del funcionario nacional y diputado nacional electo, Martín Fresneda.
El propio Giacomino debió salir a aclarar que no habían salido de su entornos las pintadas y en su cuenta de twitter escribió: “Repudio las pintadas en el edificio de Anses Cba. Los traidores q tuvimos en las elecciones no son en @gabyestevezok y @MartinFresneda”.
Luego agregó: “@gabyestevezok y @MartinFresneda acompañaron a nuestra lista en todo momento. A diferencia de otros muchos K que financiaron a Mendez” en referencia al candidato Tomás Méndez que salió segundo en la ciudad y se especuló con que podría haber recibido un fuerte impulso por parte de funcionarios sciolistas.
La interna kirchnerista en Córdoba está más caldeada que nunca y los principales referentes estarían conversando un acuerdo de no agresión para no afectar las posibilidades de la fórmula presidencial en los próximos comicios de octubre.