Aunque habló sin referirse directamente a la prórroga de la cautelar que benefició al Grupo Clarín e hizo que el 7D no fuera tal, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner consideró a su gobierno como “el salmón patagónico”, porque “nada contra la corriente”.
Las declaraciones de la Presidenta en la XLIV Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, en Brasilia, vinieron a realizarse a pocas horas del duro obstáculo que recibió el oficialismo tras el fallo de la Cámara.
"Muchas veces actuamos como el salmón patagónico, que nadan contra la corriente para ir a reproducirse. Es un espectáculo verlos. Es cierto, es tal el esfuerzo que después mueren", dijo. Aunque luego advirtió: "No tengo vocación suicida".
"Ya veo que después algún diario dice que conovoco al suicido. No tengo vocación suicida. Yo conozco a un salmón que fue contra la corriente y lo que hicimos fue nadar contra la corriente", destacó la jefa de Estado.
En el mismo discurso, la mandataria se quejó de las demandas que recibió Argentina desde Europa, después de haber hecho las propias ante la OMC: "Estamos cansados" que la Unión Europea "nos tilde de proteccionistas", cuando ese continente "tiene décadas" de empleo de ese recurso.
Y agregó: "Estamos dispuestos a ser socios pero no depositarios de mercaderías que sobran. Tenemos que empezar a hablar de igual a igual, porque sus inversiones también están hundidas acá".
Además, estableció la necesidad de "tener una agenda común y de fijar principios soberanos" al hablar de los fallos judiciales internacionales vinculados a bonos de deuda, y advirtió que "ya es el Rey de España (Juan Carlos) el que habla mal de las calificadoras de riesgo, que son empleadas de los bancos de inversión".
Cristina dijo celebrar que no se tomen "sanciones económicas" contra Paraguay, suspendido de ese bloque regional la destitución por el Parlamento de ese país del presidente Fernando Lugo, y planteó: "Cuando hablemos con Europa tenemos que preguntarles qué es lo que quieren y qué es lo que ofrecen".
El plenario de la sesión de jefes de Estado se desarrolló en el Palacio de Itamaraty, con la presencia de Dilma Rousseff (Brasil), José Mujica (Uruguay), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), y el ministro de Minas y Energía da Venezuela, Rafael Ramírez, en lugar de Hugo Chávez.
