POLITICA
el plan para prescindir de boudou

Cristina blinda su sucesión con un radical K

Designó a Gerardo Zamora como presidente provisional del Senado para evitar que el peronismo ocupe un lugar clave en su herencia del mando. Malestar en la tropa oficial.

Juntos. Zamora (izquierda) reemplazará a Beatriz Rojkés (derecha). Amado Boudou, sonriente.
| Cedoc

La presidenta Cristina Kirchner resolvió ayer introducir un cambio en la línea sucesoria, al sacar a la peronista Beatriz Rojkés de Alperovich y colocar en su lugar al radical K Gerardo Zamora.

Si el vicepresidente, Amado Boudou, tuviera que dar un paso al costado –acorralado por las causas judiciales–, el ex gobernador santiagueño sería el encargado de ocupar su rol en los hechos. Si se declarara la acefalía (renuncia del presidente y del vice), sería quien convoque a una asamblea legislativa para ver quién completa el mandato.

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Sin embargo, no es por la situación judicial de Boudou por lo que la Presidenta está preocupada, sino por el peronismo: un sector del partido fantaseó con una salida anticipada de CFK. Ella decidió enviarles un mensaje: transitará el camino hacia el final del mandato sin obstáculos y avanzando sobre cualquier amenaza real o virtual. Algunos creyeron ver detrás de la resolución presidencial la mano del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. “Es la lógica de romper con todo: esta decisión no le cae bien al peronismo, ni al radicalismo, ni a Boudou. No tiene sentido”, graficó un asesor de la Cámara alta.
El ex gobernador de Santiago del Estero recibió, más allá del análisis, un premio a la lealtad. Desde que saltó de la UCR defendió a capa y espada al modelo kirchnerista y supo conseguir holgadas victorias en su provincia. “Esta decisión enoja más al radicalismo que al peronismo, porque desde que Zamora se apartó, no pudo hacer más pie en Santiago del Estero”, confió un diputado K a este diario.

Algunos consideraron que la decisión fastidió a los senadores Miguel Pichetto y Aníbal Fernández, que pretendían para ese puesto a uno de los suyos. Un viejo peronista minimizó el impacto de la decisión de Cristina. “Pichetto sabe lo que es la obediencia debida. Se tuvo que bancar que Kirchner apoyara a un radical K, como Miguel Saiz, para la gobernación de Río Negro en detrimento suyo. Y Aníbal también supo acatar la obediencia debida”, explicó. Pichetto se desayunó el miércoles, por boca de Cristina, que tenía que impulsar a Zamora para la presidencia provisional del Senado. Al rato se enteró la propia afectada, Beatriz Rojkés de Alperovich. Para el matrimonio tucumano fue un golpe muy duro.

“Tiene que ver con una decisión de la Presidenta. Siempre hemos acompañado y fortalecido la gestión gubernamental y las decisiones presidenciales”, precisó ayer Pichetto, sin eufemismos.

El radicalismo votó en contra de la asunción de un ex miembro del partido y rompió así con la tradición no escrita en el Senado, que dicta que las propuestas para la línea sucesoria del Ejecutivo son acompañadas por unanimidad.

En la sesión fueron confirmados el senador radical Juan Carlos Marini como vicepresidente de la Cámara, el cordobés Luis Juez como vicepresidente primero del cuerpo por el interbloque FAP-UNEN-ARI y el salteño Juan Carlos Romero como vicepresidente segundo en representación del Interbloque Federal, integrado por peronistas disidentes.