La presidenta Cristina Fernández definió anoche a la mutual AMIA como "una aliada formidable e incondicional" del gobierno nacional y pidió a los integrantes de esa entidad que "sepan que van a contar" con su ayuda como Jefa de Estado. "La AMIA es una aliada formidable de este gobierno; una aliada incondicional e indiscutible", señaló la Presidenta al hablar en la cena anual de la AMIA, que se realizó en el hotel Hilton de esta ciudad, mientras que no hubo referencias al episodio protagonizado por el ministro de Economía, Amado Boudou.
La jefa de Estado destacó su "compromiso de toda la vida" y señaló : "Ustedes siempre deben saber que van a contar conmigo", en compañía de dirigentes de la comunidad judía nacional e internacional y funcionarios del gobierno, entre otros invitados.
Señaló que "la AMIA es una causa de todos los argentinos; no es sólo un lugar donde explotó una bomba, sino un lugar donde se protege y se constituye una red social para sectores vulnerables". Señaló que admira "la terquedad en la memoria" por parte de la comunidad judía y en esa ocasión subrayó la coincidencia con el gobierno nacional en torno a su política tendientes a "la memoria, verdad y justicia".
En su discurso, que duró unos diez minutos, la jefa del Estado elogió la actividad social que desarrolla el servicio de empleo de la entidad y señaló en ese sentido que la AMIA y su gobierno "compartimos los mismos objetivos". Aunque se esperaba alguna referencia de su parte sobre la controversia entre Boudou y la comunidad judía, Fernández de Kirchner no hizo ninguna referencia al tema y se limitó a felicitar a los integrantes de la entidad por sus acciones solidarias.
"Esta es la AMIA de la solidaridad", afirmó, y retomó una idea del titular de la mutual judía, Guillermo Borger, para comparar la tarea compartida en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de los argentinos. "Nuestro trabajo ha sido tapar los agujeros de esa pared a la que algunos le habían puesto muchos clavos y debimos sacar esos clavos pero todavía quedan agujeros", señaló. Resaltó entonces que "ahora tenemos que rellenar esos agujeros y eso es dar trabajo, vivienda, salud".
Borger, por su parte, no hizo referencia al tema Boudou y recordó que su madre había sido sobreviviente de un campo de concentración durante el nazismo. En tanto, familiares de víctimas del atentado a la AMIA, periodistas, actores, actrices, políticos, un grupo de Granaderos y dirigentes de la comunidad judía se reunieron para tomar parte en la cena anual. Para la cena había rosa de salmón, espárragos y palmitos, como entrada; kosher (una comida judía), pollo con champiñón y zanahorias, entre los platos principales; frutos rojos, mousse de chocolate y helado, de postres; y vino Tariag.
En el Salón Pacífico del segundo subsuelo del Hotel Hilton se congregaron varios centenares de comensales, mientras que los periodistas que fueron a cubrir la reunión se ubicaron en otro sector de esa misma parte del hotel. Poco después de las 21, allegados a los organizadores de la cena precisaron que había 740 invitados confirmados, cuya meta principal fue recaudar fondos para el servicio de empleo de la AMIA y firmar convenios con el Ministerio de Trabajo.
Cada invitado tuvo que pagar 800 pesos, mientras que la mesa de diez personas costó siete mil pesos, según se hizo saber desde la organización. Cristina Fernández llegó a las 22 y en la mesa principal la acompañaron el titular de la AMIA, Borger; el canciller Héctor Timerman, el rabino Shlomó Ben Hamú y su esposa; y el director ejecutivo del Comité Judío Americano (AJC), David Harris.
También estuvieron los ministros Julio Alak (Justicia), Alberto Sileoni (Educación) y Carlos Tomada (Trabajo), entre otros funcionarios del gobierno nacional.
Entre los invitados estuvo también Sergio Burstein, familiar de víctima de la AMIA, quien aseguró a los periodistas: "Valoro las disculpas del Boudou", en alusión a los dichos del ministro de Economía que agredió a dos periodistas con expresiones referidas al Holocausto.
Fuente: DYN