POLITICA
apertura de sesiones ordinarias

Cristina mandó a analizar los fallos de los jueces

En el Gobierno buscaron contradicciones en las decisiones judiciales. Podría citarlas en su discurso.

Operativo. La convocatoria al Congreso para marchar a favor de Cristina Kirchner se viralizó por las redes sociales. El control de ingresos y egresos quedó a cargo de la Casa Militar. Afuera operó la
| Enrique M. Abbate

Todos los ministerios enviaron su informe de gestión antes del 1º de febrero a la presidenta Cristina Kirchner para que pudiera preparar el discurso que hoy presentará ante el Congreso. Lleva un mes procesando la información. Y pensaba dedicarle un espacio importante a su enfrentamiento con la Justicia. Hubo funcionarios que incluso revisaron los últimos fallos judiciales en busca de contradicciones que dejaran mal parados a los magistrados. Pero la decisión del juez federal Daniel Rafecas de desestimar la denuncia por encubrimiento en la causa AMIA distendió los ánimos en el Gobierno y el cambio de clima generó dudas sobre el tono que finalmente tendrá el mensaje presidencial.

En una carta abierta, Cristina Kirchner había dicho que la marcha del 18F había sido el bautismo de fuego del “partido judicial”, un ariete “contra los gobiernos populares”. Y le dedicó varios párrafos al accionar de algunos jueces que, sostuvo, intentan un “golpe blando”.

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El fallo de Rafecas le dio aire al Gobierno. Le quitó solidez a la denuncia del “partido judicial” y, al mismo tiempo, demolió los argumentos de Alberto Nisman. Sin embargo, hay quienes consideran que la resolución la envalentonó para redoblar la apuesta. Un síntoma: colocó en la web el texto en inglés y en español y destacó, a través de los medios oficialistas, las declaraciones de solidaridad del presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

CFK inició su embestida contra el Poder Judicial en 2013, cuando intentó la pretendida “democratización” que fue declarada inconstitucional. Siguió con la designación de Alejandra Gils Carbó como procuradora general de la Nación, y continuó con la sanción del Código Procesal Penal, que les quita poder a los jueces federales.

Hasta último momento hubo funcionarios trabajando en las contradicciones en los fallos de algunos jueces, por si Cristina quiere jugar esa carta hoy para demostrar que hay “intereses” detrás de algunos dictámenes. Pero ella tendrá a su lado, cuando hable, al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, escuchándola.

Lorenzetti abrirá el año judicial con un discurso el martes. Un sector minoritario del Gobierno cree que Lorenzetti es quien “fogonea” los fallos adversos al oficialismo. Lo verbalizó el diputado nacional Juan Manuel Pedrini, que responde a Jorge Capitanich. “Es uno de los interpelados por la Presidenta y nada dice al respecto”, se quejó Pedrini en declaraciones a PERFIL. Y añadió que en la Argentina hay un intento de golpe blando surgido desde algunos despachos de Comodoro Py, con la anuencia del titular del alto tribunal.

Sus declaraciones generaron polémica, incluso entre algunos miembros del gabinete, que sostienen que la jefa de Estado dialoga con Lorenzetti aun en los momentos más críticos de la relación entre el Poder Judicial y el Gobierno. Pedrini dijo además que en los tribunales hay tres estándares de causas: “Las que van por el ascensor –que son las que perjudican al Gobierno–, las que van por la escalera y las que quedan en el sótano –que son las que impulsa el Gobierno–”, indicó.

Con los ánimos divididos, la incógnita que atraviesa al Gobierno es si hoy primará la virulencia o la prudencia.