Cuando el juez federal Daniel Rafecas analizó el memorándum que Argentina firmó con Qatar el 7 de noviembre de 2016 -sin paso por el Congreso-, desestimó la denuncia por "inexistencia de delito". Uno de los argumentos del magistrado fue que se encontraba ante un acuerdo no vinculante entre dos naciones. Un acuerdo que nunca fue tratado por el Parlamento, que tuvo lobbystas que actuaron en ambos lados del mostrador y hasta un funcionario público que filtró información privilegiada a privados, pero que nunca, al fin y al cabo, llegó a concretarse. Por ende, no había cuestión a judicializar. En ese sentido, Rafecas falló de la misma manera que lo hizo con el memorándum de entendimiento con Irán, donde planteó el mismo argumento: si ambas partes no firmaban el pacto, no había pacto.
El escándalo con Qatar, que publicó Perfil, fue el que trajo a la memoria este mediodía la senadora Cristina Fernández de Kirchner en su primer discurso dentro del recinto cuando se cruzó con la vicepresidenta Gabriela Michetti. Al mencionar la causa que investiga Claudio Bonadio y por el cual pidió su prisión preventiva, señaló: "Realmente un instrumento público, estatal, de derecho internacional como es un memorándum de entendimiento, similar al que usted firmó con Qatar, por ejemplo (...) es el mismo juez que la sobreseyó a usted por el memorándum con Qatar que no fue remitido al Parlamento".
Cuando la expresidenta terminó de hablar, la titular del Senado le respondió: "Yo no firmé el acuerdo con Qatar". De inmediato, en redes sociales se publicó la imagen que acompaña este artículo para señalar que la vice mintió. Pero en rigor, dijo la verdad, ya que la funcionaria no firmó el memorándum al que se refirió Cristina, sino que solo puso el gancho a un acuerdo abstracto que nada decía del verdadero negocio.
El que importaba, lo firmó en un cuarto a pocos metros de distancia, Luis María Blaquier, por entonces titular del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de ANSES. Allí se acordó el uso de estructuras offshore para la administración de fondos de los jubilados y total independencia para el administrador de los fondos sin necesidad de rendir cuentas a la Argentina. Sin embargo, también es cierto que Michetti terminó implicada y que Rafecas la liberó de responsabilidades al desestimar la denuncia.
En un primer momento, cuando Perfil publicó el memorándum, el Estado argentino lo negó. Luego reconocieron su existencia pero no lo hicieron público poniendo trabas de todo tipo. Solo lo remitieron al Congreso -como debió ser desde un principio- cuando este medio fue a la comisión de Análisis y Seguimiento del Cumplimiento de las Normas Tributarias y Previsionales para brindar detalles al respecto.
¿Sigue? El 22 de marzo, en uno de sus informes ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete, Marcos Peña afirmó: "Sobre la carta de intención con Qatar, luego de su suscripción no ha habido en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) ningún avance con respecto al mismo". Sin embargo, según el medio qatarí The Penninsula, el 12 de diciembre hubo una reunión entre ambos Estados para continuar con acuerdos comerciales.
