La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya tiene fecha de retorno a la escena política: será el lunes 18 de noviembre, después de más de un mes de licencia tras ser operada de un hematoma intracraneal. Pero el tratamiento de la mandataria está lejos de llegar a su fin. Si bien recibió hoy el alta médico, el retorno a sus actividades será progresivo y aún le restan practicarse distintos estudios claves.
Hoy, el neurólogo Facundo Manes, que fue el encargado de llevar adelante el tratamiento médico de la jefa de Estado, reiteró en el parte médico que continuarán con controles "de movimiento oscilatorio corporal y de esfuerzo pendientes". Se trata del "Tilt test" un método utilizado para estudiar los cambios que se producen en la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Según detalló a Perfil.com el cardiólogo Miguel Resnik, experimentado en este tipo de tratamientos, a la jefa de Estado la colocarán en una camilla que cambia de posición de los 180 grados hasta los 90. "Es un test tradicional, en el que se tendrán muy en cuenta sus antecedentes y se puede conocer si hay alteración de los mecanismos de reflejo cardiovasculares", explicó.
El estudio, de 30 minutos de duración, "tiene que generar un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, lo importante es determinar bien cuánto aumenta esa frecuencia, porque si se altera demasiado puede generar una pérdida de conocimiento", continuó el cardiólogo.
Desde el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires consignaron que este tipo de evaluaciones "se indica, fundamentalmente, para el estudio de pacientes con desmayos (sincope), con sensación de desmayo inminente pero sin presentarlo, y en el estudio de otras alteraciones del sistema nervioso autónomo".
Además, especificaron que a los pacientes se les pide concurrir con tres horas de ayuno y "si la primera etapa del estudio es normal es probable que se decida administrarle una mínima dosis de un medicamento vasodilatador que se disuelve debajo de la lengua".
El parte médico de hoy fue el último texto firmado el doctor Manes, bajo la órbita de la Fundación Favaloro. Así lo detalló el mismo especialista al final del comunicado: "Dado el retorno a un estado ambulatorio, las futuras comunicaciones sobre evolución de salud serán emitidas por la Unidad Médica Presidencial".
Sin embargo, esto no significa que la Favaloro se haya desvinculado del tratamiento. "Es algo normal, desde ahora las frecuencias con las que Manes tratará a Cristina serán menores y por eso detalla que el manejo de la información correrá por cuenta de la Unidad Médica Presidencial", analizó Resnik.
"Lo importante es que, por lo que los especialistas vemos de afuera, el tratamiento transcurre sactifactoriamente y con normalidad", concluyó.
Perfil.com se comunicó con la Fundación Favaloro y al cierre de esta nota no obtuvo respuesta.