La vicepresidenta Cristina Kirchner estuvo junto al ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, en un acto en la localidad bonaerense de Ezeiza con motivo de los 15 años de la reestatización de Aerolíneas Argentinas, y cargó contra las propuestas de la oposición sobre volver a privatizar la "aerolínea de bandera". Además, fuertes críticas al gobierno de Macri, al FMI y a los argentinos que tienen "casi un PBI" en cuentas en el exterior.
Aerolíneas Argentinas, entre la rentabilidad económica y la rentabilidad social
La actividad comenzó a las 16 en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (Cefepra), aledaño al aeropuerto internacional de Ezeiza, donde en el marco de la conmemoración se inauguró un nuevo simulador de vuelo de la empresa de bandera. La propia ex mandataria participó de la presentación del nuevo simulador de vuelo de Aerolíneas Argentinas y estuvo también el presidente de la entidad, Pablo Ceriani, definido como un "funcionario que funciona", según Fernández de Kirchner.
Previamente al discurso de Cristina, tanto Massa como Ceriani hablaron del estado en el que se encontraba AA en 2008, luego de pasar por empresas privadas y destacaron la evolución de la aerolínea en los últimos 15 años, desde que es estatal. Allí, el ministro habló de rentabilidad económica y rentabilidad social.
En el plano de rentabilidad social, habló de los lugares que no son turísticos que sólo AA llega, permitiendo el desarrollo de diversas industrias con una mirada "inclusiva y federal".
Massa puso como ejemplo que escuchó que "los vecinos del conurbano cuando compran leche le financian el pasaje a Roma a los que viajan en AA a Roma". "Pido para encarar el proceso electoral es que seamos serios y rigurosos con los números. Con el vuelo a Roma AA ganó en su primer mes 12 millones de dólares. Ningún vecino le pago el pasaje a nadie, muchos de los que pagaron ese boleto nos ayudaron a aumentar el volumen de vuelos a Catamarca, donde aumentamos frecuencia porque se festeja la fiesta del Poncho. Eso es tener aerolínea de bandera".
Respecto de la rentabilidad económica, no sólo destacó el ahorro de 25 millones de dólares con el nuevo simulador, sino que aclaró que este año Aerolíneas Argentinas no utilizó ningún peso del presupuesto para el 2023: "Dicen que AA pierde plata. Este año el tesoro le transifirió cero pesos. Estamos pagando todavía los saldos pendientes del 2022".
"Entramos en una etapa donde se definen dos modelos de país: si queremos un país federal, desarrollo con inclusión, tenemos que defender AA. Si queremos que sea nuestra cara y forma de conectarnos al mundo, hay que defender nuestra aerolínea de bandera. Este año le estamos dando 30 millones de dólares del año pasado. Durante los cuatro años del gobierno anterior, le pasaban 300 millones por año, y disminuían servicios, apagaban conexiones y canibalizaban la competencia de Aerolíneas Argentinas. Los que nos querían enseñar", disparó en referencia a la gestión de Macri.
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Ceriani, en ese marco, detalló que actualmente la empresa "le agrega valor al país por su impacto socioeconómico positivo" y recordó que cuando el Estado "se hizo cargo en 2008, tenía 26 aviones operativos con una flota antigua y canibalizada, volaba a muy pocos destinos, transportaba 5/6 millones de pasajeros por año y había un sinfín de problemas operativos y económicos". "Hoy tenemos una línea aérea con 80 aviones de una flota moderna y eficiente, volamos a 39 destinos dentro de la Argentina, 21 internacionales y sumamos 47 rutas federales. Construimos el Cefepra para capacitar a seis mil profesionales por año; el Hangar 5, el más grande de la región, tenemos un negocio de cargas en expansión con aviones cargueros puros y a fin de año vamos a superar la marca histórica de 13 millones de pasajeros transportados", enumeró Ceriani.
En el turno de Cristina Kirchner, argumentó que la decisión de estatizar Aerolíneas Argentinas no es por 'odiar a lo privado' ni por algo "ideológico" sino que fue una decisión "pragmática" que dio resultados económicos. Incluso, detalló la importancia de activar el turismo, la gastronomía y hotelería de cada provincia gracias a dicha empresa estatal.
Críticas a Macri, el FMI y los argentinos con cuentas en el exterior
Una de las frases que dejó el discurso de Cristina fue cuando en una analogía al simulador que presentaban en Ezeiza dijo: "Alguien debería inventar algún simulador de presidentes, urgentemente, donde lo pusiéramos a uno con los números y problemas de la Argentina, no de Suiza, Suecia o Noruega. Muchos simulamos en la Argentina como que la inflación, el FMI o la deuda son fenómenos de la naturaleza. Los han provocado, los han traído".
En otro orden, citó uno de los informes de Indec que "se ve que se les escapó a los periodistas porque no lo vi en ningún lado", que habla de los activos formados en el exterior: "Cuentas internacionales de la argentina, informe que produjo el indec. Los dólares. En la pagina quinta, habla de una cifra fenomenal. 428 mil millones de dólares. Activos formados en el exterior por argentinos. Nos faltan dólares en la Argentina, pero fuera no. Serán 100 mil argentinos que tienen casi un PBI, ¿les suena? (alusión a la Ruta del Dinero K por la que la acusaron de robar un PBI). No era ni K ni nosotros, lo tienen argentinos y argentinas afuera".
Por otro lado, citó a la deuda externa del mismo informe: "Y en la pagina sexta vemos la deuda externa: 275 mil millones de dólares. En la cual una parte importante es privada. Más de la mitad de los activos en el exterior está en efectivo. A los periodistas que seguramente se les pasó, no lo vi en ningún lado. El informe dice que los argentinos incrementaron en 8 mil millones de dólares más, mirá Sergio (Massa) si los tuvieras, serías un hombre feliz. La mitad de la sequía, sí, eso sí que es un fenómeno natural. Si todo estuviera declarado, los ingresos fiscales serían monumentales. Parte de estos activos se debe a evasión impositiva, o sobrefacturación de importaciones o subfacturación de exportaciones".
Más adelante, Cristina Kirchner hizo autocrítica al referirse a los índices de pobreza e inflación, pero pidió hablar de la riqueza: "Son crueles y son graves, es cierto. Pero nos indignamos hablando de eso y no hablamos de riqueza. Cuando encontraron los Panamá Papers, estaban los M, buscaban a los K y no estaban".
Y concluyó para apuntar al FMI por el préstamo que le dio a Macri: "Al FMI no lo trajo este gobierno. El peronismo le dijo 'out, game over' en 2005. Y lo trajeron devuelta. Y claro que la Argentina es una sola y se tiene que hacer cargo. Pero el FMI también es uno solo. Nos tenemos que hacer cargo del desmanejo del anterior presidente, el FMI debe hacerse cargo del desmanejo del anterior director. E igualmente el gobierno de los EE.UU, aunque el actual presidente no tiene nada que ver con Donald Trump, pero la continuidad también es para ustedes. Reglas del juego claras".
"Después de las PASO va a ser obligación discutir estas cosas. Cada uno se tiene que hacer cargo de la parte que le corresponde, porque está en juego enserio el destino de la Argentina", terminó su discurso.
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La privatización de AA en los 90'
Aerolíneas Argentinas nació en 1949 por un decreto del presidente Juan Domingo Perón, mediante la unión de cuatro aerolíneas y luego en 1979 la compañía se transformó en Sociedad del Estado, pero 11 años después, en los 90, durante la presidencia de Carlos Menem, el consorcio español Iberia se hizo cargo de la empresa, que cambió su razón social a Aerolíneas Argentinas S.A.
La compañía se transfirió sin ningún pasivo, ya que antes el Estado absorbió su deuda. Iberia abonó 1610 millones de dólares en títulos públicos y apenas 260 millones en efectivo para conseguir el dinero, se endeudaron y transfirieron el pasivo a la cuenta de la propia Aerolíneas Argentinas.
Vendieron oficinas comerciales en el país y el exterior, los simuladores de vuelo y las 28 aeronaves que conformaban la flota. También desmantelaron los talleres y levantaron decenas de rutas y escalas.
Posteriormente, en 1996, accedieron al capital bancos de Estados Unidos, como Merrill Lynch, Bankers Trust, entrando también la aerolínea de Estados Unidos American Airlines. La situación no mejoró y en el año 2000 se declararon en convocatoria de acreedores.
En junio de 2001, Aerolíneas sufrió la peor crisis en su historia: se suspendieron vuelos a siete destinos internacionales y la aerolínea entró en convocatoria de acreedores (suspensión de pagos). En julio del mismo año, la aerolínea Aero Continente presentó a la SEPI una oferta de compra de la empresa argentina por 100 millones de dólares.
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En octubre del 2001, el control de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas se cedió al Grupo Marsans (un consorcio español formado por las aerolíneas privadas Spanair y Air Comet), que adquirió el 92,1 % de las acciones.
Air Comet se equipó a través de las empresas del Grupo Aerolíneas: se basaron en los negocios de las empresas del Grupo Aerolíneas para apalancar el crecimiento de unidades de negocios distintas, como Air Comet Europa, Air Comet Chile, Marsans Internacional Argentina y Marsans Internacional Chile" que hizo llevar a Aerolíneas a un estado de precariedad extrema.
El Grupo Marsans transfirió dinero, aviones y combustible para mantener las operaciones de Air Comet y Air Comet Chile. El 10 de julio de 2008, representantes del Estado argentino dentro del directorio del Grupo Aerolíneas, denunciaron a la empresa ante la Justicia, solicitando la intervención judicial.
La estatización del kirchnerismo
El 17 de julio de 2008, durante un acto de inauguración de obras realizadas en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el proyecto de ley para la estatización de Aerolíneas Argentinas, Austral Líneas Aéreas y las demás empresas pertenecientes al Grupo Aerolíneas Argentinas.
El 24 de julio, el Gobierno envió al Congreso de la Nación el proyecto de estatización de Aerolíneas Argentinas y el 22 de agosto el proyecto de estatización fue aprobado en Diputados por 167 votos a favor y 79 en contra, y fue remitido para su tratamiento por el Senado. El 3 de septiembre, el proyecto fue aprobado en el Senado por 46 votos en favor y 21 en contra, convirtiéndose en la Ley 26.412.
JD / CP
