Al igual que sucedió en 2019, el debate presidencial de este año concentrará miradas al por mayor, con distintos ejes que formarán parte de los cruces entre las fuerzas políticas que logren arribar a dicha instancia tras superar las PASO. Tiempos, temáticas y moderadores serán parte de las discusiones, con un Consejo Asesor que ya sufrió modificaciones. Y un compromiso digital que aún resta ser consensuado.
La puesta en marcha de los puntos neurálgicos del debate aparece una vez que transcurren las PASO, el 13 de agosto, y quedan definidos los candidatos para competir por la Casa Rosada. En ese marco, la Cámara Nacional Electoral (CNE) se encarga de convocar a los equipos de campaña de cada espacio para acordar una reglamentación.
Ya se comenzaron a discutir posibles nombres de moderadores, tiempos y temas
La instancia está cargada de idas y vueltas entre las fuerzas y la organización ya que se discute desde los nombres de los moderadores del debate, el tiempo que cada dirigente deberá hablar y hasta las temáticas a volcar en las exposiciones. Aquellos partidos que cosecharon mejores resultados en las primarias suelen mostrar un rasgo conservador: claro está, para ellos el debate es un riesgo que no pretenden correr, pero lo deben hacer para no contar con sanciones por ley. Por el contrario, las fuerzas con peor rendimiento en las primarias aparecen con audacia, agregando pedidos como mayor tiempo de exposición o más posibilidades para intercambiar preguntas entre postulantes.
De todos modos, distintas fuentes al tanto de la organización remarcan ante PERFIL que el pacto entre tantos intereses en juego será posible y dicen que el antecedente de 2019, con seis espacios y dos instancias de debate entre dirigentes “llegaron a buen puerto”.
Para Alberto Dalla Vía, titular de la CNE, “los ciudadanos quieren escuchar y tener el voto informado” y sostuvo que “el debate televisivo además permite que los candidatos discutan entre ellos. Antes esto no existía en la Argentina”.
Según pudo saber este medio, en las próximas semanas comenzarán los contactos entre la CNE y los partidos, además de la prensa y plataformas, para firmar una acordada de compromiso digital. En medio de fake news y trolls, el órgano busca “preservar el debate democrático” en las redes sociales durante las elecciones nacionales. Es más, se están organizando actividades de capacitación y actualizando convenios de cooperación con las plataformas tecnológicas. Pero existe un detalle: este pacto no tiene legislación que lo ampare, por lo cual no hay penalidad si alguna de las partes no lo cumple.
En relación al financiamiento, la CNE no maneja dinero: el Ministerio del Interior envía los fondos a Radio y Televisión Argentina, la empresa pública argentina que administra los medios de comunicación estatales, que se encarga de ejecutar las partidas. La producción corre por cuenta de la Cámara Argentina de Productores Independientes, al igual que en 2019.
Habrá dos debates en octubre y otro más en noviembre en caso de que haya ballottage
Tal como se estipuló para los dos debates, el primero será el 1° de octubre en Santiago del Estero y el 8 de ese mes será el segundo en la Facultad de Derecho de la UBA, con una partida presupuestaria de $ 164.500.000. En caso de segunda vuelta, se haría nuevamente en la Facultad de Derecho el 12 de noviembre y el presupuesto consta de $ 70.500.000.
El consejo asesor, con cambios. La conformación del grupo de personas a cargo de realizar sugerencias para el debate ya tiene una baja: la de Atilio Borón, debido a problemas personales. Y podría quedarse sin otra integrante, Diana Mondino quien, como adelantó PERFIL, será la primera candidata a diputada nacional en la Ciudad de Buenos Aires por el espacio de Javier Milei. Pero la renuncia de la economista todavía no se hizo efectiva. Así, quedan en pie Belén Amadeo, Carlos Arslanian, Marcelo Cavarozzi, Estela de Carlotto, Daniel Dessein, José “Pepe” Di Paola, Gala Díaz Langou, Delia Ferreira Rubio, Ricardo Gil Lavedra, Adriana Guerrero, María Lourdes Puente, Alejandro Tullio y Leandro Vergara.
Los próximos hitos de la agenda
La estipulación del cronograma electoral tiene por delante varias fechas determinantes. El 14 de junio, por ejemplo, vence el plazo para solicitar reconocimiento de alianzas transitorias y confederaciones para participar en comicios. Cinco días más tarde, existe comunicación a los juzgados, por parte de las agrupaciones políticas de la integración, reglamento, domicilio, días, horarios de funcionamiento y sitio web de las juntas electorales partidarias. Esa jornada también es la última para solicitar la asignación de colores para las boletas para las PASO y elecciones generales.
Luego, hay otros tres días de relevancia: el 22, que finaliza la posibilidad para designar un responsable económico financiero por agrupación política, algo que se comunica a los juzgados federales electorales; el 24, que termina el período para la presentación de listas de precandidatos ante las juntas electorales partidarias. Y el 1º de julio, fecha en la que vence el plazo para asignar espacios de publicidad en medios de comunicación audiovisual por sorteo público por parte de la Dirección Nacional Electoral.