POLITICA
la recuperacion de cristina

Deberá retomar la actividad en forma paulatina

En un principio, los controles neurológicos serán diarios. Los médicos recomiendan que camine para evitar una trombosis.

Fundación. Se prevé que la Presidenta sea sometida al último diagnóstico por imagen en un mes.
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Tras la cirugía para drenar el hematoma subdural crónico, Cristina Fernández de Kirchner deberá superar el posoperatorio. Médicos consultados por PERFIL aseguraron que los pacientes sometidos a ese tipo de intervención quirúrgica suelen recibir el alta alrededor de cinco días después de la operación. En el caso de la Presidenta, podría volver a Olivos entre mañana y el lunes, pero deberá continuar con los controles clínicos y neurológicos.
¿Qué ocurrirá luego de que deje la Fundación Favaloro? Según explicó el neurocirujano Pedro Lylyk, “desde ese momento, el control cotidiano queda a cargo de un neurólogo”. El especialista realizará en forma diaria revisiones neurológicas que incluyen: control de reflejos, de equilibrio, de coordinación motora y visual y de sensibilidad en las extremidades.
Entre los siete y diez días posteriores al egreso, la Presidenta debería volver a la Fundación para que su neurocirujano, Cristián Fuster, realice un estudio de imágenes (tomografìa o resonancia) y vea la evolución de la lesión. Si todo está bien, se le quitarán los puntos de sutura de la piel y podría continuar con los controles neurológicos habituales. Al mes, el cirujano realizará una última imagen  de diagnóstico.

Descanso. En cuanto al reposo, durante los días de terapia intensiva, éste debe ser absoluto; pero durante la recuperación, el reposo es relativo. “Se recomienda que camine, especialmente para evitar riesgos de trombosis. También se indica que la persona vuelva a conectarse con su actividad cotidiana, aunque en forma paulatina, sin esfuerzos físicos ni movimientos bruscos”, dijo Lylyk.
No está indicada la inactividad total “ya que, sobre todo en personas con alto grado de compromiso laboral, si se le impide trabajar en lo suyo, el estrés puede aumentar en lugar de disminuir”, le dijo a PERFIL Fernando Cáceres, director del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (Ineba).
En cuanto a los vuelos, la recomendación es que una vez que la herida esté cicatrizada ya es seguro volar en avión, especialmente tramos cortos. “Aunque el tiempo de cicatrización es algo que depende del metabolismo de cada persona. Lo usual es alrededor de cuatro semanas”, resumió Lylyk.
Lo que no se aconseja es que el paciente se someta a una maratón de viajes, “porque los cambios constantes de presión en las escalas y la alteración de los husos horarios, interfiere los ritmos circadianos naturales y puede generar complicaciones y cambios hormonales”.

Traumatismo. Si bien todavía no se saben los detalles del golpe original, el parte oficial dejó constancia que el 12 de agosto, la Presidenta tuvo un traumatismo de cráneo. “En los servicios de neurocirugía, los traumatismos encefalocraneanos son la consulta más frecuente”, recordó Lylyk (ver recuadro).
El impacto tuvo consecuencias que tardaron semanas en manifestarse “pero es común que esos traumas deriven en una “colección subdural crónica”, detalló Cáceres.

 

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El efecto Cristina

Este tipo de incidentes de salud tiene una importante influencia en la sociedad. Pero no sólo desde el punto de vista político, sino también de la salud pública.
Los médicos coinciden en que estas situaciones médicas sufridas por famosos generan una inmediata catarata de consultas de personas que han experimentado situaciones o síntomas similares.
Según los médicos consultados por PERFIL, en muchísimas instituciones médicas, y especialmente en las dedicadas a neurología, “notamos un importante incremento de consultas, porque los traumatismos craneanos son una patología absolutamente frecuente”.
¿Quién no se ha golpeado la cabeza al subir a un auto o con los maleteros de un avión, al pararse; o en su casa, con la puerta de un aparador”, ejemplificó Cáceres.