POLITICA
un final anticipado

Débiles y fortalecidos: cómo quedó el Senado luego del freno al aborto

La lectura política luego de la histórica votación en la que se rechazó el avance del aborto legal en la Argentina permite descifrar cómo quedaron parados algunos personajes.

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fortalecidos. Solanas y González tuvieron sus discursos emotivos. Michetti trabajó por el No y ganó. debilitados. Perotti titubeó. A Pichetto se le dividió el bloque y Cristina no lideró cuando hizo falta. | pablo cuarterolo / senado

La lectura política luego de la histórica votación en la que se rechazó el avance del aborto legal en la Argentina permite descifrar algunos personajes que se vieron fortalecidos, ya sea por el triunfo de su postura o por la profundidad de sus discursos, y de otros que resultaron debilitados o que priorizaron sus carreras individuales al momento de decidir un voto histórico.

Arriba. En el primer grupo, es necesario mencionar a la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien estuvo a cargo de presidir buena parte de la sesión que se extendió por poco más de 16 horas. Desde que el tema se estaba discutiendo en el Senado, la referente del PRO porteño se ocupó de aglutinar a la mayor cantidad de dirigentes del oficialismo detrás de su prédica y una vez que el tema llegó a la Cámara Alta tejió estrategias, se vinculó de manera directa con las autoridades de la Iglesia y logró que su posición se impusiera en el conteo de 38 en contra y 31 a favor.

“¡Vamos todavía!”, fue su exclamación tras conocerse el resultado final aunque por el momento no hay consenso sobre cómo podría capitalizar el triunfo, pensando en 2019.

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Dentro del grupo de los fortalecidos está una de sus compañeras de espacio, la bonaerense Gladys González, que paradójicamente se ubicó en la vereda contraria. Su sentido discurso causó una sensación similar al de su colega de Diputados Silvia Lospennato, por combinar visiones personales con arengas vinculadas a la defensa de la mujer.

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“De corazón lo digo, sueño para las mujeres argentinas lo mismo que sueño para mis hijas, que se enamoren, que planifiquen tener sus hijos como yo planifiqué tenerlas a ellas, que nunca tengan que tomar esa decisión, pero que si lo tienen que hacer, que lo hagan de manera segura”, dijo González, en alusión a sus hijas Valentina (19) y Justina (15), que están transitando la adolescencia.

Por último, quien también supo capitalizar la discusión fue el senador de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas. El porteño de 82 años, el de mayor edad en votar a favor de la iniciativa por el aborto legal, se preguntó ¿por qué “sigue existiendo esto? Porque sigue existiendo una concepción patriarcal de la mujer descartable, de la mujer tutelada, de la mujer infantilizada, de la mujer incubadora”, cuestionó Solanas.

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Abajo. Por el lado de los debilitados, aparece el jefe del bloque Justicialista Miguel Ángel Pichetto, que al día siguiente de la votación en la Cámara Baja se apuró por garantizar el número necesario para que se convierta en ley, pero después no pudo construir una mayoría dentro de su espacio. “Yo digo que este tema se nos pasó. Debemos hacer una autocrítica”, reconoció el rionegrino que valoró que durante el kirchnerismo se aprobó la ley de Matrimonio Igualitario. Su sector aportó ocho votos a favor, 11 voluntades en contra y una abstención, la del senador santafesino Omar Perotti, otro de los que quedó en el grupo de los perdedores de la jornada. Es que el peronista con aspiraciones a la gobernación fue el último en hacer pública su postura, y aún así optó por una abstención que, a último momento, parecía más una salida elegante para evitar cualquier compromiso a futuro más que una consecuencia de la falta de respaldo a su proyecto para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo.

El análisis también lleva a ubicar a Cristina Kirchner dentro de esta opción. Firme opositora al tratamiento de una iniciativa sobre legalización durante los 8 años en los que fue Presidenta, el miércoles se mostró convencida de una postura contraria –sin hacer autocrítica como lo hizo su ex colega Pichetto– y reconoció que quienes la hicieron cambiar de opinión fueron “las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle” y no su hija Florencia como muchas veces se especuló. Sobre el final tampoco pudo lograr la anunciada unanimidad de su bloque, por culpa de la rionegina Silvina García Larraburu que se apartó de la línea del bloque y votó por el No.