Los trascendidos que indicaban que el vicepresidente Amado Boudou había ordenado polémicas refacciones en sus despachos en el Senado finalmente fueron desmentidos ante la Justicia.
El Director de Obras, Mantenimiento y Servicios Generales del Senado de la Nación, Daniel Lauro, negó hoy ante la justicia que Boudou haya instalado un jacuzzi en su despacho.
Lauro declaró como testigo ante el juez federal Norberto Oyarbide en la causa en la que se investiga si Boudou ordenó realizar modificaciones prohibidas para un edificio declarado patrimonio histórico, informó la agencia DyN.
Fuentes judiciales informaron que Lauro señaló que tampoco se modificaron los pisos del despacho de Boudou y que sólo se hicieron otras refacciones y se pintaron otras tres áreas del sector de Presidencia de Senado, para lo cual se contrató el más económico de los tres presupuestos presentados.
El testigo agregó que se llevó al despacho una cinta para correr que es propiedad de Boudou.
En mayo, el diario La Nación ya había publicado que Boudou había tenido que resignar a la comodidad del jacuzzi debido a las crecientes presiones derivadas del caso Ciccone. Según el matutino, el vicepresidente había ordenado el retiro de la bañera, cuyo costo de instalación era un secreto.
Oyarbide espera para los próximos días un informe del Senado con fotos del sector de Presidencia y documentación sobre las reformas y sus presupuestos.