“Fue una muestra de autonomía”, evaluó Luis D’Elía en diálogo con PERFIL, 24 horas después de la marcha que encabezó el jueves para demostrarle su poder de convocatoria a Néstor Kirchner y exigirle “más morochos en las listas” de candidatos. Pero en la práctica, hasta el cierre de esta edición la movilización no había generado todavía lo que el piquetero más kirchnerista esperaba: un llamado de Néstor Kirchner. No hubo reunión con el presidente del PJ, ni con el superministro y padrino gubernativo del piquetero, Julio De Vido, o el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Luego de haber hecho público su fastidio por la indiferencia del matrimonio presidencial, que sólo lo llama “cuando lo necesita pero no para armar las listas”, D’Elía imitó a Hugo Moyano y movilizó sus filas del Conurbano bonaerense hacia la Casa Rosada, donde dijo que votaría por Kirchner. Pero advirtió en un mensaje directo al ex presidente: “Que no se abusen de nuestra generosidad”.
Ayer, el polémico líder de la Federación Tierra y Vivienda (FTV) se llamó a silencio y aguardó definiciones con su familia y su entorno político más próximo, que ayer se jactaba de haber colmado casi diez cuadras de militantes sobre Avenida de Mayo.