El obispo de Puerto Iguazú, Marcelo Martorell, denunció ante el Episcopado un presunto "desfalco descomunal" en el manejo de fondos de la Pastoral Social y de Cáritas de esa diócesis. La irregularidad habrían sido cometida por colaboradores del obispo emérito Joaquín Piña, aparentemente para financiar su campaña política con miras a las elecciones provinciales de 2006.
Martorell hizo esa revelación en una extensa nota que presentó ante los obispos Jorge Casaretto y Fernado Bargalló, de la Comisión de Pastoral Social y de Cáritas del Episcopado, publicada hoy por el diario Misiones On Line.
El obispo Piña se mostró sorprendido por la denuncia y confesó que no se explica "cómo el obispo de Iguazú puede creer eso". Además, consideró que las acusaciones son "muy graves contra personas que tendrían que hacer la denuncia por calumnias".
Al mismo tiempo, pidió que le "prueben que un sólo peso fue a parar a la campaña política", para la elección constituyente provincial de octubre de 2006, cuando él mismo encabezó una lista opositora al entonces gobernador Carlos Rovira y evitó así que este consiguiera una segunda reelección.
En el escrito dirigido al Episcopado, el obispo denunciante sostuvo que " estamos frente a un desfalco descomunal y un robo del dinero de los pobres, de las limosnas de la gente, que no nos está permitido dilapidar, descuidar y mucho menos que se lo robe, como aquí ha sucedido y sigue sucediendo".
Martorell reemplazó a Piña a mediados de 2006, cuando este se retiró del cargo por haber cumplido los 75 años. Mencionó en su denuncia al ex titular de la Pastoral Social de Iguazú, el laico Carlos Di Marco, quien integró la fórmula del Frente Unidos por la Dignidad (FUD) como candidato a vicegobernador por la fórmula que el pasado 28 de octubre encabezó el gremialista Adolfo Velázquez.
Asimismo, expresó sus quejas por la actitud de ex integrantes de la Pastoral Social que se opondrían a su designación y citó entre estos a nueve personas, entre los que se encuentra Di Marco y también la religiosa Adela Helguera.
Martorell definió a esas personas como quienes " han tomado a las instituciones de la Iglesia como mera fuente de trabajo y lugar donde fácilmente puedan introducirse en las comunidades para comunicar y esparcir su ideología, que dista mucho de lo bíblico".
Además, dijo que los integrantes del grupo que colaboró con Piña " han transformado las escuelas de ciudadanía en comités políticos, desde donde ideologizan a la gente con mensajes erróneos y haciéndolos pasar por el mensaje de la Iglesia, usando los dineros e infraestructura de la misma".
En el detalle de las supuestas irregularidades, Martorell incluyó fondos de Cáritas que se habrían utilizado en la campaña contra la reforma constitucional el año pasado, además de deudas que presuntamente contraídas y que "no se han pagado y hoy nos reclaman", como facturas por folletería y combustibles.
También mencionó la presunta utilización por parte del ex titular de la Pastoral Social local de "4.200 euros de la cuenta que llega como ayuda social desde Alemania, que estaba destinada a proyectos de ayuda directa a los más necesitados, a la publicación del periódico diocesano y al mantenimiento de Cáritas y la Pastoral Social y para siete merenderos que se prestan en la zona de Eldorado", también en Misiones.
Respecto a un programa nacional de provisión de leche, aseguró que se habría comprobado una doble facturación, "haciendo figurar en el número de beneficiarios los que están cubiertos con la ayuda de Alemania; el número 'dibujado' de la cantidad de beneficiarios", entre otras cuestiones.
Fuente: DyN