La denuncia por espionaje que realizó el senador Miguel Pichetto contra el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, escalaría en los próximos días. A menos de una semana del pase del mandatario provincial a las filas del Frente Renovador del diputado Sergio Massa, desde el kirchnerismo amenazan con destapar un Watergate con epicentro en Viedma, Río Negro.
La guerra se inició hace meses, cuando el senador se opuso al acuerdo que promovía el gobernador para extender los contratos con Petrobras. Esa batalla la ganó Pichetto el viernes cuando la mayoría de los legisladores rechazaron la iniciativa de Weretilneck. Pero el mandatario, en esa misma sesión, logró desplazar al vicegobernador pichettista Ariel Rivero y nombrar en su lugar al legislador peronista Pedro Pesatti.
En el peronismo comenzó paralelamente a gestarse un tercer sector, que quiere tomar distancia de uno y de otros.
La denuncia por espionaje, que se encuentra en la Justicia Federal de esa provincia, fue contra Ramiro Lucena, director de Análisis Criminal e Investigaciones en el Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro. Se trata de un subteniente especialista en inteligencia que prestaba servicios en la Bonaerense.Pichetto también apuntó contra el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, un psiquiatra forense con vínculos con La Bonaerense. Lucena, que realizó cursos en Israel, vive en Viedma desde que el entonces ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, lo autorizara a mantener su grado y a pedir licencia para asumir como funcionario en Río Negro. “Yo decidí su nombramiento por una recomendación y su perfil. Todo lo hicimos a través de un pedido formal a Casal”, explicó a PERFIL el ministro Di Giácomo. En la presentación judicial se pide “que se tomen las medidas precautorias urgentes para asegurar las pruebas” y se indica que habría elementos para comprobar delitos informáticos y contra la ley de inteligencia nacional. Pero no fue Pichetto el primero en exponer a Lucena. La diputada provincial Ana Piccinini (PRO) habló de una estructura paraoficial dedicada al espionaje político y se presentará en la Justicia.
En diálogo con PERFIL, Pichetto hizo foco en el “muy sugestivo robo” del que fue víctima uno de sus colaboradores en Viedma al que le sustrajeron de su domicilio una computadora y una cámara fotográfica.
Además, argumentó que “en los últimos meses creo que comencé a ser objeto de seguimiento”. Pichetto apuntó contra Di Giácomo: “¿Qué hace un policía bonaerense, especialista informático en interceptar llamadas, trabajando para Weretilneck?”. Por el pase del gobernador al massismo ayer renunciaron un ministro y cinco funcionarios.