A Fernando “Pato” Galmarini no le para de sonar el celular y en minutos lo espera Eduardo Duhalde para jugar al tenis como todas las semanas. “El teléfono es el termómetro de que algo está pasando”, explica el dirigente peronista. En diálogo con
Perfil, asegura que no solamente recibe llamadas por ser el suegro del flamante jefe de Gabinete, Sergio Massa, sino porque hay muchos funcionarios que comenzaron a llamar al sector duhaldista. Encima, gracias a la gestión de Massa –que quedó en una impasse en las 48 horas previas a su asunción–, su hijo Martín Galmarini finalmente pasó del club Tigre a convertirse en la nueva incorporación de River.
—¿Lo sorprendió la llegada de su yerno a la Jefatura de Gabinete?
—Me sorprendió la velocidad de Sergio para aceptar el cargo y la velocidad con la que se imprimió el llamado de la Presidenta. Pero era un rumor desde hacía un par de meses.
—¿Qué le puede aportar Massa al gobierno de Cristina Kirchner?
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
—Primero, un enorme empuje; segundo, a pesar de sus 36 años, una enorme cantidad de años y experiencia como militante y como funcionario. Además, tiene una buena experiencia en la gestión pública, un gran conocimiento del peronismo y de los sectores sociales. Le va a aportar mucha sensatez al Gobierno; va a saber decir “esto sí” y “esto no”.
—¿Podrá tener independencia dentro del Gabinete?
—Sí, va a saber ganarse su lugar. Y podrá llevar adelante sus convicciones.
Lea la nota completa en la edición impresa de Perfil .
