El déficit fiscal, la emisión monetaria para cubrirlo, y la puja de los precios para no quedar rezagados, hacen que los economistas no piensen en una inflación menor al 80% para este año.
“La inflación puede estar un mes en el 7%, y puede haber otro al 4%. El tema es si a fin de este año va a estar más cerca del 90% que del 60%” que pronosticó el Gobierno, y yo creo que estará en el 90%”, sintetizó el economista Carlos Melconian, la sensación que tienen sus colegas acerca de lo que pasa con el aumento constante de precios.
¿Por qué la inflación no puede perforar el “piso” del 5%?, salvo lo que ocurrió en noviembre con el 4,9%. Los fenómenos que inciden son varios, como la emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal, y la carrera de los precios para no quedar retrasados .
La economista Marina dal Poggetto calificó la actual situación como “un proceso de ‘inflación acordada’. Acordamos subas de 4% para los combustibles, algo similar para los alimentos, la idea que hay detrás de esto es bajar las expectativas y que no suba”.
Cerruti insistió en que “los medios y el blue generaron la sensación de que habrá más subas”
“Pero desde el lado del Estado no hay incentivos para que baje de manera pronunciada. Si bien hay ajuste fiscal, se realizan devaluaciones puntuales para incentivar exportaciones, como el Dólar I y II, las cuales generan una emisión de pesos, que se vuelca al mercado”.
“Estamos en un momento en que sobran pesos y faltan dólares”, dijo Dal Poggetto.
Ante esto, el director de la consultora “Economía y Sociedad”, Julián Cuenca explicó “la gran cantidad de pesos dando vuelta en el mercado”, y la falta de su correspondiente demanda, “hace que el precio del dólar suba. Llegó a $ 385 a fines de enero y ahora bajó a menos de $ 380, pero los precios que se remarcaron a $ 385 no retroceden, a lo sumo se espera a que vuelva a ese nivel”.
“Una batería de auto ‘chico o medio’ históricamente costó entre US$ 80 y US$ 100, es decir, unos $ 35 mil. El problema no es que aumentó en dólares, sino que nuestros salarios no crecieron a la par”, explicó Cuenca a PERFIL.
A esto se le suma “la carrera de los precios”. En períodos inflacionarios tan extensos como el que vive Argentina, unos precios quedan retrasados respecto a otros.
El ejemplo de este mes es el de la carne vacuna. Luego de haber aumentado el 42% el año pasado, contra una inflación del 94,8% en promedio, registró desde mediados de enero, un aumento de hasta el 30% en los mercados concentradores.
“Había una presión muy fuerte por todos lados para la recuperación de precios. Y como siempre ocurre, la carne sube por escalones", dijo el analista Víctor Tonelli. "Ajustó más de lo que yo esperaba. Veremos que pasa en las próximas dos semanas en el mercado y qué devolución da. Pero, sin duda, es una recuperación y todavía sigue corriendo por atrás de la inflación del 2022", agregó.
En las últimas jornadas de enero, en el Mercado de Hacienda de Cañuelas (principal mercado concentrador) hubo saltos de hasta el 30% en el precio de algunas categorías de animales que se destinan para el consumo doméstico.
Pero no solo están estos precios, faltan que se reajusten las tarifas de medicina prepaga, junto con transporte y energía eléctrica, por lo menos en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Por eso, y porque entramos en época de elecciones, el titular del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, les advirtió a las empresas Edenor y Edesur que “no van a obtener la tarifa que piden”, sino que “la que los usuarios pueden pagar en el actual contexto social”.
Con la acidez que caracteriza últimamente sus comentario, Melconian dijo a Radio Mitre que este panorama de reprimir lo más que se pueda la inflación “aguanta hasta agosto” cuando se realizan las elecciones primarias.
“Porque si en agosto nos pegan una piña, todo lo que hagas después no nos sirve. Por eso (Sergio Massa) nos tenés que hacer competitivos hasta agosto”.
La visión oficial la dio el mes pasado el propio presidente Alberto Fernández, quien declaró en una entrevista a un medio brasileño que gran parte de la inflación en Argentina se debe a una cuestión “autoconstruida” que radica “en la cabeza de la gente”.
El jueves pasado, la portavoz Gabriela Cerruti buscó aclarar esa expresión y dijo que en realidad, el jefe de Estado iba contra los “formadores” de precios, entre los que mencionó a los comercios de cercanía, y acotó: “Los medios y el dólar blue generan la sensación de que va a haber más inflación y eso hace que los formadores de precios se anticipen remarcando”.
“Autoconstruida” o no, la inflación esperada por la población para los próximos 12 meses se ubicó en el 70,2% según el promedio de la medición de enero, por encima del 69,6% de diciembre, según el análisis que realiza la Universidad Torcuato di Tella.
Esta suba en la medición de la UtdT se corresponde también con la que vienen anticipando diversas consultoras privadas para las cuales, la inflación de enero superará el 5,1% que se registró en diciembre.