Eduardo Bolsonaro, el más joven de los tres hijos políticos —tiene otros dos más pequeños— del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó a la Argentina para una visita de dos días con una agenda cargada de compromisos institucionales y políticos. Si bien el diputado paulista trae consigo una serie de temas que hacen al vínculo bilateral en el plano legislativo, en el Gobierno lo ven también como una vanguardia de la visita que prepara su padre para dentro de 20 días y que su descendiente ya confirmó.
Según pudo saber PERFIL, Bolsonaro enmarcó esta visita en su calidad de titular de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa de la Cámara de Diputado de Brasil. De ahí que una de sus primeras reuniones hoy fue en el Congreso, donde lo recibió la legisladora de PRO y su equivalente en la comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara Baja local, Cornelia Schmidt Liermann. La diputada estuvo acompañada por el diputado Jorge Enríquez y el presidente de la Cámara, Eduardo Monzó, quien se ocupó de guiar el invitado por el recinto.
En el Gobierno, ven su paso por Argentina como una vanguardia de la visita que prepara su padre para dentro de 20 días
Entre otros temas, Bolsonaro y los diputados argentinos conversaron sobre el acuerdo Mercosur/ Unión Europea y la constitución de una futura comisión bicameral en Argentina a fin de igualar el grupo bicameral del país vecino en el seguimiento de temas específicos que hacen al vínculo bilateral. También se dialogó sobre el narcotráfico y la problemática del alcohol en los menores de edad —los dueños de las grandes cerveceras del país son de origen belga y brasileño—. Por supuesto, Venezuela, también estuvo entre los tópicos en el que ambos mostraron sintonía.
Dos semanas atrás, Bolsonaro y Schmidt Liermann habían firmado un comunicado en conjunto en medio del levantamiento cívico-militar del 30 de abril para incentivar a “la totalidad de las fuerzas armadas (a que) se unan a este movimiento que demuestra valentía y compromiso cívico”, al tiempo que celebraban la liberación del opositor Leopoldo López, detenido, hasta entonces, con prisión domiciliaria. El documento fue difundido por vías diplomáticas y legislativas, en paralelo. Hoy Bolsonaro sugirió la posibilidad de una misión conjunta de legisladores a Cúcuta, a la frontera colombo-venezolana, al tiempo que coincidieron, todos, en rechazar cualquier posible intervención armada por parte de un tercer país.
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Mañana, Bolsonaro hijo visitará la Cancillería argentina donde almorzará con Jorge Faurie en la sede del Palacio San Martín. El ministro de Relaciones Exteriores, de buen vínculo con su par brasileño, Fernando Araújo —a quien conoce de los 90s cuando ambos estuvieron a cargo de las negociaciones para la creación del Mercosur—, asistió a la asunción de su padre en representación del Gobierno en enero. Allí conoció tanto al presidente Bolsonaro como a su familia.
Desde su cargo en el Congreso, Eduardo Bolsonaro trabaja como una suerte de “canciller” paralelo, lo que ha generado más de un recelo en las facciones gobernantes de su país. De hecho, en la histórica foto de la reunión con el mandatario estadounidense Donald Trump en el Salón Oval, quien quedó afuera fue el canciller brasileño mientras que Bolsonaro hijo se retrató con su padre y el norteamericano. También en aquella oportunidad, fue el encargado de allanarle el camino a Jair Bolsonaro adelantándose unos días a su aterrizaje en Washington.
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Por su parte, este jueves, Jair Bolsonaro fue recibido en Dallas por el expresidente George W Bush, con quien habló sobre la crisis en Venezuela y la preocupación de que Cristina Kirchner venza las elecciones en Argentina. "Nosotros sabemos de las dificultades que hay para que Venezuela vuelva a la normalidad pero más importante que hacer un gol es evitar otro en contra, que sería que Argentina quede de vuelta en manos de Kirchner", comentó Bolsonaro.
El mandatario brasileño dijo que mantuvo una conversación "saludable y productiva" con Bush, a quien notó preocupado con Argentina, país que visitará en aproximadamente dos semanas. "Yo no soy vidente pero por su semblante entendí que él (Bush) está preocupado no sólo con Venezuela sino también con la cuestión de Argentina", puntualizó el gobernante brasileño.
M.B./D.S.
