El caso Marcelo D’Alessio sigue disparando la apertura de expedientes, investigaciones y acusaciones cruzadas en los tribunales. El fiscal Carlos Stornelli sumó en los últimos días un nuevo caso en su haber. Como si la adversidad le recargara los cartuchos, mientras el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, lo citaba a indagatoria por supuesto espionaje ilegal, el fiscal de los cuadernos inició formalmente una causa que podría potenciar sus problemas en el caso D’Alessio.
Cuando el juez Ramos Padilla lo citó a indagatoria, basó su decisión en supuestas “pruebas” de la “participación del fiscal Carlos Stornelli en las maniobras vinculadas con las operaciones de inteligencia y espionaje ilegales llevadas a cabo” por D’Alessio, “en particular los casos de Pedro Etchebest, José Manuel Ubeira y Gonzálo Brusa Dovat”.
Brusa Dovat fue uno de los directores de Pdvsa en la Argentina, entre 2010 y 2014. El 4 de febrero, se presentó a declarar en la fiscalía de Stornelli. Denunció supuestos fraudes por parte de otros directores de Pdvsa en el país por supuesta defraudación en la compra de gasoil que involucrarían a Enarsa, la empresa estatal de energía. En la causa que se instruye en Dolores, los chats y las conversaciones sostienen que la llegada de Brusa Duvat a la fiscalía de Stornelli no fue espontánea, sino orquestada por D’Alessio, quien se jacta en los diálogos de haber convencido al ex director de Pdvsa de presentarse a declarar y de buscar “quedarnos con el dinero en la Argentina de Pdvsa”.
Tras tomarle declaración al ejecutivo, Stornelli envió las denuncias de Brusa Duvat a sorteo. El caso quedó a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral y del propio Stornelli, que estaba de turno. El 22 de febrero, el fiscal abrió el expediente. El ex director de la petrolera deberá declarar el 21 de marzo, confirmaron fuentes judiciales.
A principios de febrero, antes de que se conociera el caso D’Alessio, el fiscal jugó otra carta fuerte. Solicitó a Claudio Bonadio que indague al juez Luis Rodríguez. No solo le apuntó al magistrado por el supuesto pedido de coimas al fallecido Daniel Muñoz, ex secretario privado de Néstor Kirchner, para frenar una investigación en su contra, sino que lo señaló como supuesto cómplice de maniobras de lavado de dinero de Muñoz y su esposa, Carolina Pochetti. Así lo confirmaron fuentes del caso.
Tras una serie de idas y venidas, el caso contra Rodríguez terminó en el juzgado de Sebastián Casanello. La investigación está a cargo del fiscal Gerardo Pollicita. Ese pedido de indagatoria formulado por Stornelli contra el juez Rodríguez está en suspenso, mientras se recopilan pruebas que confirmen o contrasten los dichos de la arrepentida Pochetti.
El último viernes de febrero se sumó otro nuevo capítulo. En los tribunales de Retiro se abrió un nuevo expediente. Mientras el juez Ramos Padilla investiga a uno de los hombres fuertes de Comodoro Py 2002, en los tribunales porteños se inició una causa contra personal del juzgado federal de Dolores por supuesta coacción en la apertura del teléfono celular del supuesto abogado. El expediente quedó a cargo del juzgado de Marcelo Martínez De Giorgi.
El abogado de Stornelli presentará un escrito
El miércoles, el abogado del fiscal Carlos Stornelli, Roberto Ribas, se presentará nuevamente en los tribunales federales de Dolores y presentará un escrito 24 horas antes de la declaración indagatoria a la que debe someterse el fiscal, según pudo confirmar este medio.
Ribas es un asiduo caminante de los pasillos de Comodoro Py 2002. Tiene en su haber un antecedente similar a su rol en el caso D’Alessio. El penalista elegido por Stornelli para defenderlo ante el juez Alejo Ramos Padilla fue abogado en los 90 de la jueza María Servini en el Yomagate.
Aquel caso puso el accionar de la magistrada en tela de juicio. La causa involucraba a la cuñada del entonces presidente Carlos Menem, Amira Yoma, en una maniobra de narcotráfico y casi le cuesta el cargo a Servini.
Tras varios embates, la jueza resultó ilesa. Casi tres décadas después, sigue al mando de su juzgado federal con competencia electoral, uno de los más codiciados en el fuero y en el país.
