El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) tratará la semana del 20 de diciembre próximo el informe que analizará el préstamo otorgado durante el gobierno de Mauricio Macri, con el objetivo de buscar lecciones que sirvan para no repetir errores a futuro.
Así lo confirmaron voceros del FMI, quienes indicaron que “la Evaluación Ex-Post se concibió como un mecanismo para trazar lecciones después de que se completa un acuerdo de acceso excepcional”, como el préstamo por US$ 57 mil millones que suscribió Maurico Macri en 2018, de los que luego fueron otorgados cerca de US$ 45 mil millones.
La Argentina deberá cancelar un vencimiento con el Fondo el 21 de diciembre
Los mismos voceros consideraron que “para los países donde se contempla un nuevo programa posterior, es deseable completar la Evaluación Ex-Post antes de que el Directorio Ejecutivo lo considere”.
En el Gobierno la noticia fue bien recibida porque se conoció un día después de que el presidente, Alberto Fernández, dijera (el jueves pasado en el cierre de la 27 Conferencia Industrial de la UIA) que “la semana próxima habrá una visita de los equipos técnicos a Washington para seguir fortaleciendo esos progresos”, y reafirmó además que es necesario “resolver el problema de la deuda externa”.
“El año pasado cerramos una reestructuración exitosa. Ahora estamos dialogando con el FMI. Todos ustedes saben que el préstamo otorgado en 2018 es equivalente a toda la ayuda que el FMI dio al mundo para sobrellevar los daños de la pandemia.
Si Argentina tuviera esas divisas, podría afrontar los problemas sin mayores preocupaciones”, se explayó el Presidente.
Un brasileño con mano dura tendrá la lapicera en el acuerdo de Guzmán
Ayer, en Casa Rosada, el presidente Fernández almorzó con el ministro Martín Guzmán; su par de Agricultura, Julián Domínguez, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco. Celebraron allí el rumbo de las negociaciones aunque, en la práctica continúa la incertidumbre en torno a si habrá anuncio antes de fin de año o antes de marzo de 2022.
También se puntearon los principales contenidos del proyecto del plan plurianual que el Poder Ejecutivo enviará a la Cámara de Dipuatdos en dos semanas.
En la práctica, la noticia que llega desde Washington no acelera la negociación que actualmente lleva adelante el Gobierno con el organismo internacional de crédito. Tampoco les pone paños fríos ni a los pedidos de mayor flexibilidad en las tasas ni a los plazos. Más aún, de ninguna manera suspende los vencimientos que la Argentina deberá afrontar en el corto plazo.
El Presidente había pedido en la UIA que el organismo reflexionará sobre sus políticas
A lo mejor, el mismo destino hizo que esta fecha que el Gobierno celebra sea solo 24 horas antes de que el país deba cancelar el vencimiento por 1.800 millones de dólares. En reiteradas ocasiones, el equipo económico debió salir a aclarar que afrontará ese compromiso el 21 de diciembre.
Por supuesto que el informe que llegará antes de Navidad por parte del FMI aportará más pimienta en la acalorada discusón política que se preanuncia entre el oficialismo y la oposición en el Congreso debido al paquete de leyes de fin de año. Entre otras iniciativas parlamentarias, el Presupuesto 2022 y también el preacuerdo con el FMI que la bancada oficialista espera la oposición le apruebe. Si estaba previsto un pase de facturas entre ambas bancadas, con este informe del FMI habrá libre interpretación de texto a granel por cualquiera de las partes.
Misión a Washington. Hoy partió a Washignton una delegación técnica de funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central pero sin que ni Martín Guzmán ni Miguel Pesce se subieran a ese avión. Es decir, según fuentes oficiales, se avanzará en “explicar la coyuntura y perspectivas de la economía argentina”. Los mismos voceros advirtieron que “se definirán líneas de trabajo” y admitieron que “no es una misión con capacidad de cerrar una negociación”.
Eso, obviamente, quedará en las manos de Pesce y Guzmán. El titular del Palacio de Hacienda esta semana estuvo con agenda tomada por los apoyos políticos que quiere sumar a la letra del acuerdo. Esta semana se reunió con la cúpula de la CGT y le pidieron que no avanzara en una letra chica que pusiera en jaque los puestos de trabajo.