La renuncia de la ministra Elena Highton de Nolasco generó sorpresa en el gobierno. Si bien en la Casa Rosada algunos veían con desacuerdo que haya seguido en su cargo más allá de los 75 años y gracias a un fallo judicial, su dimisión no era algo que haya estado en el espectro de lo posible al menos en el corto plazo, y ahora el gobierno debe decidir un nombre y proponerlo en medio de la presión de los tiempos electorales.
Es que en menos de un mes, la Corte Suprema quedará conformada de manera provisoria por cuatro miembros, todos varones. El lugar vacante le abre una ventana de oportunidad al gobierno nacional para proponer un nombre que ocupe la silla disponible y sea más cercano.
Renunció a la Corte Suprema la jueza Elena Highton de Nolasco
Sin embargo, la cuestión representa un enorme desafío que implica un acuerdo entre el propio Frente de Todos y una vez que eso ocurra, lograr el acompañamiento de la oposición. Lo que en teoría aparenta fácil, en la práctica se torna complicado y muestra de ello es, por ejemplo, la imposibilidad de sentarse a acordar en torno al tratamiento de la Ley de Etiquetado Frontal de este martes.
En Balcarce 50 la esperanza es que ocurra el mismo fenómeno que el del juez Daniel Rafecas, que no solo tiene el acuerdo oficialista para convertirse en jefe de los fiscales sino que también la oposición lo convalidó.
¿Cómo hará el gobierno para acordar un reemplazo para Highton?
Como se mencionó, la noticia de la ministra de la Corte obliga al gobierno a actuar rápido. Esta tarde, después que se conoció la dimisión, PERFIL se comunicó con varios referentes judiciales del Frente de Todos y sólo un par se limitó a contestar en el mismo sentido. "No veo quién puede ser, todavía tratamos de ver qué nombres pueden estar en la danza", dijo uno de ellos, de las filas del kirchnerismo.
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De esa manera, lo primero que hay que hacer, entonces, es definir un nombre. Para ello será necesaria la interacción entre el albertismo y el kirchnerismo, que deberán evaluar qué figura es la más adecuada y conveniente para proponer. Se trata de una cuestión clave que debe congeniarse después del cimbronazo interno que hubo a mediados de septiembre, que dejó a la coalición gobernante al borde del quiebre.
Sin embargo, en el Frente de Todos está claro el precepto constitucional: para elegir a un ministro o ministra del Máximo Tribunal, el Senado tiene que acompañar la candidatura propuesta por el presidente con al menos dos tercios de sus integrantes.
Entonces, en pleno año electoral, el gobierno deberá apurarse para, una vez conseguido el nombre para reemplazar a Highton, conseguir los votos que faltan para llegar a cumplir con los votos necesarios para que avance la propuesta.
En la actualidad, ese desafío presenta condiciones adversas. De 72 senadores y senadoras, el Frente de Todos tiene 41 y necesitaría el apoyo de al menos siete senadores y senadoras de la oposición y de otros espacios.
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La urgencia se incrementa al tener en cuenta que si se repite el resultado de las PASO, el panorama puede complicarse aún más. Es que después del 10 de diciembre el oficialismo podría perder entre cinco y seis bancas, mientras que Juntos por el Cambio mantendría e incluso sumaría cinco escaños.
La esperanza del consenso
La renuncia de Highton llegó en medio de una jornada marcada por las tensiones en torno al fracaso en el tratamiento de la Ley de Etiquetado Frontal.
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Desde esa óptica pinta utópico que se pongan de acuerdo en el nombre de un futuro ministro o ministra de la Corte Suprema. Sin embargo, está claro que serán necesarias las conversaciones para mantener en pie la esperanza de consensuar para completar los términos institucionales de la cabeza del Poder Judicial.
Esa misma esperanza fue la que tuvo el macrismo en 2016, que después del escándalo por el nombramiento por decreto del ex presidente Mauricio Macri a los ministros Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, pudo conseguir los votos necesarios para validar los pliegos en el Senado. Y para ello fue clave el apoyo de una gran cantidad de senadoras y senadores del entonces Frente para la Victoria.
Otro proceso similar
En paralelo, también está pendiente el análisis del pliego de otro cargo clave en el esquema judicial. el juez Rafecas es el candidato del gobierno para ocupar la Procuración General y terminar con el interinato de Eduardo Casal, que data del gobierno de Cambiemos.
Ese caso está más avanzado: el nombre ya fue elegido y desde la oposición hubo claras muestras de que se acompañará. Pero es necesario para el oficialismo que eso se traduzca en los dos tercios necesarios en la Cámara de Senadores.
Rápidas movidas en la Corte para neutralizar otro conflicto
La propuesta realizada por Alberto Fernández al inicio de su gestión al frente de la presidencia parecía haber pasado a un segundo plano al menos hasta hace un par de días. Pero la iniciativa fue desempolvada días atrás a partir de una reunión pública entre Rafecas y el ministro de Justicia Martín Soria, secundado por su vice, el kirchnerista Juan Martín Mena.
“Hablaron de todo lo que se hizo público y también de la Procuración. Su candidatura (NdR: la de Rafecas a la Procuración) está en pie como el primer día y a la espera de que lo convoquen para la audiencia en la Comisión de Acuerdos”, dijo a PERFIL una fuente con acceso al cónclave. De ese modo, las expectativas crecen, los números no están y el tiempo apremia.
CP