Aunque todavía falta casi un año para las elecciones legislativas del 2009, desde el Gobierno hace algunos meses que comenzaron a delinear su estrategia de campaña para la provincia de Buenos Aires. Y Néstor, que no cumplió con su promesa de frecuentar cafés literarios como primer caballero, podría ser la principal carta del kircherismo en ese sentido.
El ex presidente mostró sus ganas de ser candidato a diputado nacional por la provincia hace poco más de diez días, cuando autorizó a su gente a comenzar con las pintadas en las paredes bonaerenses y lanzar la idea de su candidatura. Ahora el Gobierno evalúa esta posibilidad más seriamente.
Según informa hoy La Nación, la estrategia es que el presidente del Partido Justicialista (PJ) sea el Plan B. Es decir, en caso de que no funcione el plan que se maneja por estas horas, las candidaturas de Florencio Randazzo o Sergio Massa, encabezaría la lista el ex primer mandatario. Por esta razón, desde el oficialismo medirán la reacción de la gente.
Mueven las fichas. Desde Olivos, el ex presidente y su mujer deciden quién es candidato y quién no. Dado que Eduardo Duhalde se bajó de la candidatura a diputado, hay sectores del kirchnerismo que no quieren desperdiciar a su mejor hombre contra políticos de menor peso.
"¿Es necesario que compita con Francisco de Narváez y Margarita Stolbizer? Si no va Duhalde no tiene sentido", afirmó un funcionario de peso en la Rosada al matutino. Sin embargo, el matrimonio K tiene la última palabra. Ahora sólo falta observar la reacción de los ciudadanos.
