El ministro de Economía, Amado Boudou, el diputado Agustín Rossi y el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salieron al cruce de las acusaciones de la oposición en torno a las presiones para la votación del Presupuesto 2011. Tras denunciar una nueva Banelco, Diputados no votó la propuesta oficialista y el proyecto volvió a Comisión.
Desde Seúl, mientras participa de la gira por el G20 junto a Cristina Kirchner, Boudou dijo que si se produjeron intentos de compra de votos, el diputado que lo recibió "tiene que ir y denunciarlo" ante la Justicia, porque "no puede uno vivir diciendo me ofrecieron algo" y después no hacer nada al respecto. "Lo que vemos es que hay una dilación", dijo el ministro en conferencia de prensa y agregó que la oposición busca "dilatar una situación no sabemos con qué propósitos".
Por su parte, el jefe del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, calificó de "chantada" las denuncias de algunos legisladores opositores sobre presuntas presiones para aprobar el proyecto oficialista. El legislador, al igual que Boudou, reclamó "que vayan a la Justicia y lo demuestren". Según Rossi, como los legisladores opositores "van a perder una votación, salen a hacer una denuncia. Montaron un escenario, una fenomenal operación para tratar de evitar que hoy se apruebe el presupuesto que había enviado la presidenta de la Nación".
Consultado sobre las denuncias por presuntas presiones contra algunos legisladores para que votaran junto al kirchnerismo, entre ellas la de la jefa del bloque de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien afirmó que "hubo Banelco, pero de Cristina Kirchner", Rossi contestó: "Son una chantada, lo digo con absoluta claridad", según informó DYN.
Indignado. Aníbal Fernández aseguró que "nosotros no actuamos de esa manera". El ministro pidió a Carrió que "muestre" los presuntos "mensajes de texto míos" hacia legisladores "así nos quedamos tranquilos. Pero no va a poder hacerlo, porque nosotros no hacemos esas cosas", dijo a La Red.